El día que te conocí

Capitulo I: El Inicio.

Aquí estoy, leyendo un libro de alguien que ni conozco... Alguien que ni conozco... ¡Ahh! No me puedo concentrar, no tiene sentido que me haya prestado sin saber quién soy y mucho menos que yo haya recibido el libro con mucho agradecimiento. Tengo que olvidarme de eso así que debo encontrar al dueño del libro y pregúntale su nombre,¿pero cómo lo voy a encontrar? Existen muchas personas en este mundo, lo único que sé es que está en mí mismo colegio. Debo investigar y acosar a gente para descubrir quién es. Si, eso debo hacer.
Sonó la campana haciendo que me distraiga un poco. Creo que lo mejor es dejar  para el final de clases. Pero, ¿a quién preguntaré? ¿Quién lo conocerá?
Fui a clase. Estaba sentada pensando él el dueño del libro, parecía un buen tipo...
— Oye Iris...
¿Y si no lo vuelvo a ver? ¿Qué pasa si me lo quedo y me acusan de robo? No, aún peor... ¡Y si me meten a la cárcel! Aunque soy menor de edad me deberían meter en la....
— ¡Tierra llamando a Iris! —grito Camila, golpeando la mesa de mi escritorio— ¡Hasta que me miras, mujer! ¿En quién estabas pensando?
— Pues... — no le puedo decir que estaba pensado en un chico, me molestaría por más de una vida — en la prueba de mañana, es que tengo muchas cosas que hacer y no tengo tiempo de estudiar.
— No tenemos prueba mañana, ¿sabes?
— Jeje... — hice una risa más fingida que la palabra. ¡Qué tonta soy! Bueno, plan B — ¿en serio quieres saber en qué estaba pensado?
— No, claro que no. Sabes que me gusta molestarte— me lo dijo con un tono de sarcasmo, luego sonrió. —. Claro que quiero, sino no te lo estuviera preguntando. — viro los ojos.
— Es que, arruinarías tu sorpre... ¡Ups!
— ¡Sorpresa!— me lo dijo emocionada. Amo su sonrisa y sobretodo adoro su emoción. Las dos somos dos pares opuestos, me pregunto, ¿cómo es que somos mejores amigas?
— Ash, arruinaste la mitad de la sorpresa— susurré. ¿Qué sorpresa le daría? No tengo nada organizado para ella, todo por estar volada pensando en alguien que probablemente nunca más veré. Aunque pensándolo bien, es una muy buena excusa.
— Haré como si no hubiera escuchado nada, es más me voy a aplicar la hipnosis para olvidar lo que me... —me estaba diciendo hasta que vinieron unas chicas y la llamaron. —, después hablamos de mi sorpresa. Adiós.
Camila se tuvo que retirar. Así que me quede sola. Ella se llevaba con todo el curso. Mientras que yo, la única persona con la que había socializado era Camila. En verdad, ella no me caía bien, me parecía la típica niña fresa y social. Y así es ella, pero un día pude ver más allá de lo que parecía ser.
Me encontré con ella en el baño, es un escenario exótico para un encuentro. Por alguna razón, ella estaba llorando. Aunque me caía mal, decidí preguntarle a lo que ella, con lágrimas en sus hermosos ojos avellanas, me contó su historia.
Desde ese día, somos mejor amigas. No siempre estamos juntas, porque ella es la más popular entonces siempre le llevan para programas. Es algo cliché, la típica chica que es perfecta bailando, tiene una hermosa y melodiosa voz, y si no estaban más a gusto, pues es la mejor estudiante de la clase. En si, lo que se podría llamar la "chica perfecta".