Unidos.... ¿por accidente?(Aome x Sesshomaru) (Terminada)

¿Quién eres?

Tomé la yukata seca que me había regalado Sesshomaru y la doble rápidamente dispuesta a salir. De repente, una pequeña luz llamó mi atencion. Algo brillaba al fondo de la habitación en la esquina de una elegante mesa de madera. Me acerqué rápida y cautelosamente para ver el objeto, era la caja de música que me había dado Sesshomaru. La tomé y la miré un poco antes de salir. Se me vino a la mente la hermosa melodía que tenía.

-¿Miko?- llamó Jaken

-Llévame rápido hasta Sesshomaru, Jaken- Dije decidida echándole la última ojeada a la caja para guardarla.

-He encontrado esto a unos pocos metros de aquí, creo que lo va a necesitar- Me mostró mi mochila casi vacía. Agradecí, e inmediatamente me puse a buscar lo que necesitaba. Gracias al cielo no se habían llevado nada que no fuera comida y pude encontrar algunas vendas, y otras cosas útiles.

Jaken comenzó a moverse rápidamente por el bosque mientras yo le seguía el paso corriendo tomando descansos cada cierto tiempo no más largos que cinco minutos. Una hora y media despues señaló que habíamos llegado.

Corrí adentro de la oscura cueva en busca del youkai. Me adentré un poco más y finalmente lo vi. Estaba recostado en una pila de hojas secas, rodeado de la ténue luz de un grueso cristal azul iluminado por los rayos pálidos de luna que entraban por un orificio en el techo. Me acerqué para examinarlo, sin embargo, enseguida me aparté con la boca abierta.

El cabello de Sesshomaru se había tornado completamente negro. Oscuro como la noche. Además, su piel parecía estar más pálida que la última vez que lo había visto.

Jaken se acercó con desconsuelo- Jamás había pasado algo como esto- Lamentó.

-Señorita Aome, ¿el amo Sesshomaru estará bien?- Dijo Rin con preocupación.

-No lo sé Rin, pero haré todo lo posible para que lo esté, déjamelo a mi. Tengo el presentimiento que tiene algo que ver con lo que mencionó aquel cerdo- Dije después de pensar un rato las cosas.

-¿Qué cosa dijo?- Preguntó Jaken confundido

Recordé que Jaken no estaba en ese momento- La razón por la que ese cerdo loco y sus súbditos nos trajeron a su mansión poniendo a Rin de carnada fue porque en realidad estaba buscando una poción que a duras penas consiguió pero alguien la había robado. Él asegura que fuimos nosotros sin lugar a dudas y que además de eso, la habíamos utilizado en nosotros, pero, honestamente, no tengo ni la menor idea de lo que hablaba, y Sesshomaru no parecía saber tampoco.

-Hmmm... el Amo bonito no suele interesarse por cosas como esas.

-Bueno- Dije- la única cosa que nos queda es llegar rápido a donde se encuentra Totosai para que nos explique qué esta pasando.

-Claro.

Jaken quedó en silencio y fue a meditar un poco en la entrada de la cueva, Le di una señal a Rin para que fuera con él, y decidí ponerme en marcha. Saqué las cosas de mi mochila y me dispuse a quitarle la yukata.

De pronto... sentí como el herido me tomó fuertemente del brazo.

-¿Tan emocionada estas por quitarme la ropa?- Dijo el youkai con una sonrisa picarona.

-¡¿Q...Que?!- Di un brinco hacia atras de la sorpresa intentando liberarme, sin embargo, él no me soltó y en cambio me jaló hacia él, haciendome caer sobre su pecho a algunos pocos centímetros de su cara.

-¿Quién lo diria?, así que... la miko en realidad es una sacerdotisa bastante pervertida- miró divertido.

-¡Oye!, ¡¿Qué te pasa?¡, ¡estaba intentando ayudart...!-