Mártires

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El calor corporal de Alex le hacia feliz, todo mejoraría, es lo que se decía en su mente para si mismo. 

Todo era un maravilloso sueño; lo que quería vivir el alfa, pero ahora tendido en el suelo, ese deseo era solo un deseo. 

Alex aparto sus labios de los de Jeremy, el alfa empezaba respirar con normalidad, el pequeño acaricio la mejilla de este y sonreía con lagrimas en los ojos. -Todo es mi culpa-; el beta lloraba, por su cabeza las imágenes de su manada, de todos a los que había conocido le atormentaban, "Si no hubiese querido salvarlos, si jamas me hubiese metido en el camino de los Hale, nada de esto estaría pasando". Un latigazo le sorprendió, el arma del cazador le cortaba el aire. El látigo estaba alrededor de su garganta y con cada segundo la presión era cada vez mayor. -Ya me cansaron estar cursiladas-, dijo la mujer desde la camioneta. - Matar al alfa de una vez. Soltaron al beta de golpe, este se golpeo con fuerza contra el suelo rompiéndose un diente y la nariz le sangraba, se levanto pero el cazador mas grande le volvió a estrellar su cabeza contra el suelo haciendo que el golpe empeorara, lo cual era extraño pues aun conservaba sus habilidades de lobo. La cazadora asomo la cabeza y los otros miraban con atención como el tatuado se acercaba al cuerpo de Jeremy, Alex gritaba y se quejada intentando levantarse, vociferaba una y otra vez "¡Dejarle en paz! ¡Aléjate de él, Hijo de puta! ¡Aléjate de él!" incesantemente, no se percataba de que los cazadores se reían de las suplicas del menor. 

El sujeto con los tatuajes dejo el látigo de lado y de entre sus ropas saco lo que en su tiempo Alex se atrevía ha juraba les había ayudado a regresar a Jennifer al infierno, ahora ese mismo objeto le quitaría a Jeremy; el cuchillo de hueso, este estaba lleno de sangre negra y vieja; tal vez de días. -Tranquilo pequeño, solo haré un leve corte-, levanto la cabeza del alfa por el cuero cabelludo girando un poco el cuerpo de éste para que la mirada de Jeremy quedara frente a Alex, lo cual era un tanto difícil pues el mas pequeño aun seguía contra el suelo. -Levanta al ángel, que vea lo que pasa con los estúpidos que se meten en todo-. El monigote que lo tenia contra el suelo levanto la cabeza de Alex con tal fuerza que le lastimo el cuello, pero es no le importo, lo único que tenia en la cabeza en ese momento era la imagen de Jeremy con el filo del cuchillo contra su garganta. -¡Un largo corte!-, decía el cazador en voz baja, - de un lado a otro, tan profundo que sera posible ver las cervicales-, soltó una larga risa, cómo si de un lunático se tratara, ante los ojos del beta eso es lo que veía y escuchaba, un monstruo embriagado de poder hasta el punto que su cordura era nula. El cuchillo solo paso sobre la piel de la garganta, pero aun así se vio como se abría una pequeña cortada  y Jermey hizo una mueca,  a pesar de estar dormido uno es capas de sentir el dolor físico. 

-¡NO!- gritó Alex, ya no lloraba pero la desesperación se apoderaba de su ser cada vez mas rápido, el cazador soltó una carcajada y levantó el cuchillo alejándolo del alfa, el beta se removía para soltarse pero era imposible o eso es lo que pensaba, grito una vez mas. -¡SOLTARLO SOLTARLO!-, no paraba de repetir lo mismo una y otra vez. 

-Adiós alfa-, dijo el cazador. El cuchillo bajo con tal rapidez que no había nada que hacer pero antes de que tocara la piel de Jeremy este se detuvo. -¿Que? -, el cazador tenia la mirada clavada en la hoja del arma; unas largas garras sujetaban la hoja ahora y sangraban.  Levanto un poco la mirada encontrándose con los ojos amarillos de Alex. 

-¡Te dije que lo soltaras!-, rugió de tal manera que incluso el cazador tatuado le temió y se aparto dejando caer al alfa. Volvió su mirada a donde unos segundo antes se encontraba Alex, el gran cazador tenia  vuelto el brazo de una forma grotesca. Alex se puso de pie y lanzo el cuchillo  lo mas lejos cómo le fue posible, los otros dos cazadores se apartaron de las motocicletas y apuntaron al beta con las armas que cargaban, si él o algún lobo cercano hubiese agudizado el olfato se daría cuenta que eran balas de acónito mezcladas con otras sustancias.  

Herederos [Teen Wolf] #3Where stories live. Discover now