Nuestras maneras de amarnos(Haikyuu!!)

Adopcion (KageHina)

Kageyama acababa de despertar y apenas iba bajando las escaleras cuando escucho el sonido de algo caer al suelo y asustado salió corriendo en todas estas casi tropezándose. Pasó por la entrada y vio como el abrigo de su novio se encontraba tirado en el suelo junto a una bolsa de supermercado. Su corazón se detuvo por un momento. Corrió hacia la sala para encontrarse con todo lo de la mesa central tirado en el suelo y los cojines esparcidos por todos los lugares y termino escuchando otro sonido proveniente de la cocina y dando unos cuantos pasos más abrió la puerta y se quedó viendo la escena frente a el:

Ahí estaba Hinata en el suelo junto a un cachorro de un pelaje café que estaba sobre sus piernas y comía de la palma de su mano. A su lado había un plato roto y una bolsa de comida de perro abierta.

— Hinata... —

El pelinaranja volteo a mirarle asustado y el pequeño en sus brazos ladro.

— Tranquilo Tobio número 3, Kageyama no te hará nada —

— No, no le haré nada al perro pero si a ti — le amenazo mirándole serio — ¡solo ibas a comprar leche! —

— ¡No era mi intención! Estaba solo y hacía demasiado frío — se quejó Shouyou haciendo un puchero — No le podía dejar solo —

— Lo entendería si fuera la primera vez pero... —

Y antes que Tobio terminara su oración sonidos de pisadas y ladridos se comenzaron a escuchar para que después por la puerta entrar a otros 4 cachorros corriendo hacia Hinata a quien terminaron haciendo que cayera de espalda.

— ¡Juro por Dios que si vuelves a traer otro perro a esta casa te doy a ti en adopción! —

Tras decir eso todo el lugar se quedo en silencio. Hinata junto a todos los cachorros - incluyendo el de sus brazos - se quedaron mirando en dirección al pelinegro quién trataba de no sonreír de lado al ver aquella tierna escena.

— Pero Tobio número uno, dos y tres estaban solos — comenzó a decir el pelinaranja — y yamayama estaba perdido y no nos olvidemos de que Kags le habían dejado en una caja —

Tobio soltó un suspiro, aún no entendía el porque todas las mascotas que tenían llevaban su nombre o algún apodo que Shouyou le había puesto en secundaria.

— Les dejaré, pero ya no más — terminó aceptando el pelinegro —

Los perros comenzaron a ladrar y corrieron en dirección a Tobio para ser este a quien ahora hacían que cayera de espaldas.

— ¡Oi, tengan cuidado! —

Hinata rió y se acercó al pelinegro quién estaba en el suelo con todos los perros a su alrededor y más de alguno lamiendo su rostro.

— ¡Hey yamayama, el es mío! —

Tobio explotó en risas.

— Un pequeño de estos no te pueden suplantar — Kageyama dijo y tomo en brazo al pelinaranja para que otra vez terminara en el suelo —

—¡Ah! ¡No, deja! — gritó Shouyou cuando sintió las manos del pelinegro comenzando a hacerle cosquillas —