ORIGINALS

Capitulo 11 - Ojos rojos

Mandíbula afilada, piel pálida, los mechones de cabello castaño sobresalían alborotados sobre su frente y sus ojos... eran de un color rojo carmesí.

Entonces, aquellos ojos se clavaron en los míos.

No me muevo. Ni siquiera respiro. No puedo hacer nada más que contemplar la intimidante figura que no aparta la vista de mí.

El rostro de la figura se inclina ligeramente y noto como estira su cuello en mi dirección, como si estuviera olisqueándome.

Por instinto, doy un paso hacia atrás.

Una pequeña sonrisa se desliza en sus labios, pero no una amable, ni siquiera agradable. Un escalofrió de puro horror recorre la espina dorsal en ese momento y es entonces, cuando la figura se abalanza contra mí.

Un grito se construye en mi garganta, las rodillas me flaquean y toda la sangre de mi cuerpo se agolpa en mis pies. Con todas mis fuerzas corro por mi vida.

Corrí por la acera sin dirección alguna, lo único que quería era llegar a una zona segura y que esa cosa que venía a mis espaldas, no me alcanzara.

El miedo que llevaba dentro era mayor. Las piernas empezaban a fallar, los pasos que daba eran dificultosos, la respiración era cada vez más irregular.

¡Tenía que buscar ayuda ya! Pero donde... No había nadie en el lugar y menos a estas horas de la noche.

Sin pensarlo crucé la calle sin mirar a atrás, sintiendo un fuerte pitido provocado por el claxon de un auto, deteniéndome por completo. Con dificultad parpadee repetidas veces, fijando la atención en lo que se encontraba ante mis ojos. Las luces del vehículo obstaculizaban mi visión, sin ver quien realmente se encontraba dentro. Sin dudarlo corrí hacia la ventana del copiloto, golpeando en ella reiteradas veces.

-¡Ayuda por favor!- Vociferé alterada.- ¡Necesito su ayuda! Por favor...

Bajé la mirada pensando que no tendría escapatoria, aquella criatura me atraparía y sería el fin...

-¿Leah? ¿Qué ocurre?

Esa voz...

Alcé la mirada rápidamente, encontrándome con aquellos ojos oscuros.

-Jaden... -Susurré su nombre.

-Vamos, entra ya.

Entré al auto sentándome en el copiloto. Jaden hizo rugir el motor y condujo por la calle alejándose del pueblo.

Giré la cabeza, buscando en el exterior aquel sujeto con túnica, Pero ya no se encontraba.

-¿Qué ocurre Leah? Te ves... agitada- Preguntó Jaden, examinándome de pies a cabeza.

-Solo conduce- Asustada seguí mirando por aquella ventana.

Percibía que aun no estaban a salvo. En cualquier momento el sujeto tenebroso aparecería y se la llevaría, poniendo en peligro también a Jaden. Y eso no la calmaba para nada.

-Me dirás que ocurrió Leah. Ahora- Entre dientes dijo. Estacionándose a un lado de la carretera, apagando de pronto el motor para luego fijar sus ojos en mí.- ¿Qué fue lo que realmente sucedió allá fuera?