Capítulo 8

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Akira Suzuki:

Siento una pequeña presión en el pecho, junto a un hormigueo en mis manos. Abro mis ojos con dificultad y trato de ponerme en pie.

Me encontraba en una habitación oscura, las probabilidades de ver algo era escasas. De fondo, se escuchaba a una persona tarareando mi canción favorita de sex pistols.

Su voz era muy familiar. Demasiada para mi gusto. No era Takanori, eso era seguro.

Buscaba en la oscuridad algo para alumbrar, mientras que esa canción era interrumpida por el sonido de unas cadenas. Parecían grandes y pesadas.

Al tantear una de las paredes, encuentro algo parecido a un interruptor, el cual presiono.

A penas las luces se prenden, el tipo suelta un gemido y se retuerce para zafarse de las cadenas y sogas que lo envuelven y atan a una cruz de madera.  

A pesar de que el foco de la luz se encontraba arriba de su cabeza también cubierta por algunas cadenas, no pude verlo con claridad.

Él seguía tarareando la canción mientras trataba de zafarse de las cadenas que cubrían su rostro. Lanzaba movimientos bruscos con la cabeza para aflojarlas.

-¿Quién eres?- Pregunté sin acercarme demasiado. 

No me contestó.

A los segundos, el ruido de unas cadenas cayendo al suelo desde unos varios metros de altura resonó en la habitación. Había logrado quitarse las cadenas de su cara.

Bajó la cabeza,cansado, para que pudiera verlo. Ví rostro pálido con una máscara negra cubriendo mi frente y nariz, con el pelo aún más pálido que mi piel totalmente despeinado y tapando el ojo izquierdo.

-Tu peor pesadilla...


Pegué un salto de la cama con mi respiración agitada y mis manos aferradas a las sábanas.

-Carajo.Shima.- Busqué a mi amigo con la mirada y lo nombré varias veces. 

Me levanté, prendí la luz y no pude encontrarlo, hasta darme cuenta que la luz del amanecer entraba por mi ventana, la cual estaba abierta. De inmediato, fui hacia donde había dejado el expediente. No estaba.

Lo dí como caso perdido, lo que necesitaba saber ya estaba claro y era hora de averiguar el por qué soñé conmigo mismo y por qué soy mi peor pesadilla.

Mi horrendo traumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora