Wings of pain

CAPITULO 2.

*Flashback*

-Azrael, por traición a tu dios, quedas exiliado del hogar de los Ángeles y Arcángeles, condenado a vagar por la tierra de los mortales por el resto de la eternidad.-el ruido del impacto del mazo contra la enorme mesa resonó en toda la blanca habitación.

-No! Por favor!.-forcejee con Raguel y Uriel.-Miguel, haz algo hermano!

-Azrael!.-Miguel estiró su mano hacia mi siendo detenido por Rafael y Ariel.-Raguel, Uriel, os imploro, no lo hagan!

-Miguel!

-Largaos de aquí, traidor!.-Raguel y Uriel me arrojaron hacia la tierra de los mortales.

*Fin flashack*

Abrí los ojos de golpe.

Caía una tormenta espantosa, tenía todo el cuerpo sudado pese al frío que hacía. Talle mi cara un poco y me senté en la cama mirando mis pies.

-No, no...-la voz de mi hermano se escuchaba en el pasillo.

-Miguel?....-hice a un lado las cobijas y salí hacia el cuarto de Miguel.

-Raguel, Uriel...Por favor...Detengáis ahora mismo....Raguel, Raguel...

Miguel se retorcía una y otra vez en su cama.

-Por favor....-Miguel parecía tener la misma pesadilla que yo.-Azrael es inocente! Dejadlo! Dejadlo! Azrael!.-Miguel se incorporó de un movimiento.

Tenía la respiración agitada y el cuerpo igual o peor de sudado que yo.

-Miguel?...-entre lentamente en su habitación.

-Uhm...Que ocurre?....-echo su cabello hacia atrás con un suspiro. Su mirada parecía perdida y triste.

Algo en mi interior estaba ansioso de saber por que Miguel había renunciado a todo por mi, pero por otra parte deseaba que Miguel regresara a casa para que continuara con su vida de Arcángel aún sabiendo que me quedaría con miles de dudas.

-Haz tenido una pesadilla, cierto?....

-Que cosas dices!.-Miguel rió un poco.-Sois muy imaginativo hermano mío. Que hora es?

-Las 6:30....

-Vaya, es tarde.-Miguel se levantó de un salto.-Vamos, a alistarnos para el colegio.

Eso significaba que no quería hablar de ello.

*****

-Por favor compórtate, no queremos dar una mala impresión.-Miguel arreglaba mi sudadera.

-Como si eso fuese a importar...

-Deja de quejarte quieres.

-El tener las alas atadas a la espalda es incomodo...-puse mala cara.

-Tendrás que soportarlo, no podemos ir por ahí con las alas como si nada.

-Como odio esto...

-Para empezar es por tu causa que debemos de tolerar esto.-abrí la boca pero me trague lo que tenía que decir.-Lo siento, no quise decirlo así. El tener las alas así me disgusta.

-Si tanto te molesta, alza el vuelo a la tierra de los Arcángeles a vivir tu vida feliz....Yo no necesito tu ayuda...

Miguel iba a decir algo cuando alguien abrió la puerta que estaba en frente de nosotros.

-Jov...enes...-el señor nos miro con asombro. Eramos muchísimo más altos que él. De hecho eramos más altos que cualquiera.-Vaya, no creí que fuesen tan...

-Tan...?-Miguel lo miro.

-Altos.-el señor acomodo sus gafas.-Adelante, adelante.

Mi hermano y yo entramos al salón, todos se nos quedaron viendo boquiabiertos.

-Hola, un placer.-Miguel les sonrió amablemente.

-AAAAAHHHH!.-todas las chicas comenzaron a gritar.-SON TAN GUAPOS!

-No debiste....-puse mala cara tapando uno de mis oídos. Los Arcángeles teníamos cierta sensibilidad en los oídos.

-SILENCIO!.

Toda la sala se quedo en silencio. Algunas chicas seguían susurrándose entre risas.

-Ellos son, eh...

-Miguel.-mi hermano sonrió ampliamente.-Él es mi hermano.

-Soy Azrael...

-Miguel y su hermano Azrael, estarán en la clase lo que resta del curso. Haganlos sentir cómodos, por favor. Jóvenes, estos sois vuestros horarios.-el anciano nos dio una hoja a cada uno.-No causáis problemas y bienvenidos.

-Gracias.

Miguel y yo nos sentamos en la banca del final, la del rincón para ser más exactos.

-Quita esa cara.-Miguel me codeo.-Darás mala espina y nadie se te acercará.

-Espero que nadie lo haga....-Me puse la capucha de mi sudadera y mantuve la mirada sobre la mesa.

Seguía creyendo que esto era una mala idea pero conociendo a Miguel no podía refunfuñar ni oponerme.