No me digas que no

Capitulo 2

Revisamos un par al decir par es de imaginarse unas cien tiendas más porque vamos, es Samantha, y estaba claro que no saldríamos de las tiendas con las manos vacias, ella consiguió sus ostentosas y para nada llamativas *notese el sarcasmo* piezas de baño, unas color neón y otras pastel, mientras yo conseguí uno que aparentaba mucho a los que usa mi abuela y a pesar de haber recibido más de 10 quejas por ello de Sam, no cambie de opinión sin contar el color tan lúgubre que escogí, y si, es negro pero claramente la calme comprando una más a su estilo, una rosa. Cuando salimos de la última tienda del día era ley universal que teníamos que comer algo, mi estómago lo pedia a gritos y claro, tenia que sustentar al mounstro que vive dentro de mi.

-Vamos a McDonals porfi -chillo frente a Sam porque según ella la comida chatarra la pondrá como una foca que trago una ballena entera

-Deja de ser tan porky Lie, será subway ya dije –dice con cara de nalga aplastada

-Oh vamos, si morimos lo haremos felices, hazlo por mi ¿si? –digo tomando su brazo y no dejándola dar un paso más

-Bien, pero te obligaré a ir un mes entero al gimnasio Ellie –dice señalándome autoritaria

-¡Yep! –digo prácticamente corriendo al McDonals más cercano

Cuando entramos pedimos dos menús del día, y para mi hermosa suerte era una big mac, buscamos un lugar en el area de niños, ya que era mi favorito y nos sentamos. Comimos y mientras Sam terminaba me levante al baño a quitar cualquier muestra de comida posible en mi rostro y a lavar mis manos.

-Ya vengo –digo levantándome

-Mjm –dice Sam casi atragantándose con sus papas fritas

Cuando voy caminando hacía el baño sin percatarme de un aviso de piso mojado, resbalo de trasero directamente al piso pero como mi querida amiga llamada mala suerte me acompaña todo el tiempo le pongo el pie a un servidor de comida y cae directamente conmigo, el y su bandeja de comida.

-Augh –digo sobando mi espalda

-No puede ser posible –dice viendo un delicioso McFlurry totalmente esparcido en su camisa y parte de su pantalón

-Como lo siento –digo dándome un merecido golpe en la frente

Levantado agarra su bandeja y me tiende la mano para levantarme-No te preocupes, no es la primera vez que me pasa-dice con una sonrisa

-Dios creí que no me iría viva de este lugar hoy –le digo agarrando su mano y levantándome

-Tienes suerte de que no ando en mi periodo –dice observándome seriamente

Al levantarme veo que todo mundo nos ve disfrutando del show que acaba de generar, a si, yo.

-¿Qué? –digo viéndolo y agrandando mis ojos del tamaño de un planeta

-Es broma, vamos, tengo que limpiar mi ropa, y tú también –dice viendo mi blusa.

Caminamos hacía lo que parecía un vestidor de empleados y me tendio una camisa de cuadros roja-Ten la uso cuando salgo a mis descansos, tengo una blanca así que puedes usarla

-De verdad no tienes que hacer esto, yo tuve la culpa y de verdad que merezco irme con la mitad de un helado encima de mi –digo negando con mi cabeza

-Puedes quedártela y cuando pases otra vez por acá me la regresas –dice con una sonrisa de lado

-Gracias por esto –digo sonriendo igual

-No te preocupes, me llamo Santiago por cierto –dice dándose la vuelta y sacándose la camisa para colocarse otra color blanca

-Ellie –digo buscando algún lugar para ponerme la camisa que me dio hace rato

-Puedes usar el baño –dice al verme- esta al fondo a la derecha

-Voy –digo

Entro al baño, lavo mis manos que anteriormente no tuve oportunidad de hacer gracias al percance que tuvimos y me coloco la camisa de cuadros roja que me entrego, está de más decir que me queda mucho más grande de lo que creí, pero eso a tener un olor a lactosa, no muchas gracias.

-Hey Santiago, gracias por esto, de verdad que te debo una –digo acercándome a donde él estaba

-No es nada, nada de lo que un rico taco pueda compensar –dice sonriendo, vaya este chico lo mejor que puede hacer es sonreír.

-Bien regresaré por tu taco ¿vale? –digo tendiéndole el meñique

Ríe suavemente y me tiende el meñique de la misma manera- Viernes por la tarde, mi turno termina a las 5.

-Hecho –digo con una sonrisa de lado.

En la portada Santiago 7u7.