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De camino a casa, decidieron tomar un taxi. En él se encontraban Alonso, Jos y —al parecer su pareja— el chico del cual Alonso sentía celos.

Jos y el chico se encontraban compartiendo sonrisas bizarras (debido al alcohol) e intercambiando un par de besos, el taxi estaba lleno de parloteos entre esos dos chicos y Alonso, solo se encontraba sentado esperando a que el taxi condujera más rápido.


—Me encantan tus colmillos —confesó Jos a su chico, mientras él se acercaba cada vez más —, me mordiste la nariz ¿por qué me mordiste la nariz? —pregunto Jos y rió.

—Podemos practicar —hablo seductoramente el chico de rizos.

—Basta —hablo Jos y le regalo una sonrisa al chico.


Alonso se encontraba tumbado es su cama, cubierto con su edredón. Miraba el cielo raso de su habitación, tenía tiempo así y no lograba conciliar el sueño. No podía sacar de su cabeza el momento en que Jos lo había rechazado de tal manera, estaba confundido más sin embargo sabía que sentía algo por su amigo. — ¿Qué estará haciendo? —pensó un momento, decidió levantarse de inmediato para ir en busca de Jos y hablar con él (he de decir que Alonso no tenía planeado hablar sobre eso).


—Eres un imbécil —hablo Alonso enfurecido entrando a la habitación de Jos. Pero, al parecer no era un buen momento para decirlo puesto que al entrar se encontró con una increíble escena, Jos y el chico (del cual le molestaba no saber su nombre) se encontraban semidesnudos y ahogados en alcohol.

— ¿Qué? —vocifero Jos e ignoro por completo el hecho de que Alonso se encontrase en aquella habitación, puesto que, continuo proporcionándole caricias a su intimo acompañante.

— ¿No vamos a hablar sobre el tema? —pregunto Alonso enfurecido y se olvido por completo del chico de rizos.

— ¿Qué? —pregunto Jos una vez más.

—Sé que lo sabes —hablo Alonso —. Sé que sabes lo que siento por ti.

— ¿Qué haces? Vete —farfullo Jos.

— ¿Me voy? —inquirió inquieto el chico de rizos puesto que no entendía lo que ocurría en ese instante.

—No —ordenó Jos completamente enfadado —, a mi amigo le está dando un ataque.

—Te gusta que te presten atención ¿Sólo me usas para sentirte mejor? —pregunto Alonso completamente enfadado (no tenía ganas de llorar).

— ¿Podemos hablar después? —pregunto Jos inquieto.

—No, espere 10 años para hablar sobre esto —confesó Alonso —. Hablemos ahora.

—Genial. Entonces puedes mirar —dijo Jos sin remordimiento alguno y tomo a su chico para tumbarlo en su cama. Se posiciono sobre él y comenzó a besarle el cuello. Alonso solo se quedo de pie en la habitación.

—Te besé —hablo Alonso impotente.

—Sí, estabas ebrio —dijo Jos —. Son cosas que suelen pasar y hablaremos sobre ello en la mañana.

—Mejor me voy —insistió el chico de rizos tendido en la cama de Jos.

—No —repitió Jos, puesto que no estaba de acuerdo en que Alonso le arruinara esa noche.

— ¿Por qué él? ¿Por qué yo no? —Alonso estaba desesperado por tener a Jos, no quería que él estuviese con otro más, sólo con él.

— ¿Qué? —inquirió nuevamente Jos incrédulo.

shameless « jalonsoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora