Capítulo 10.

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Se despertó con un fuerte dolor de cabeza, la luz que entraba por la ventana le dejo ver que estaba en una habitación de un blanco totalmente pulcro, no era su habitación. Levantó la cabeza con un poco de dificultad y pudo ver que no estaba solo, una cabellera rubia estaba apoyada en la cama y sostenían su mano con firmeza, sonrió al ver que YoonGi estaba a su lado y por lo que veía se había quedado con el todo el tiempo que debía llevaba en ese lugar.

No recordaba mucho de lo que sucedió, solo que estaba saliendo de la academia y todo se volvió negro, le hubiera gustado saber hace cuánto tiempo se encontraba en el hospital, pero hasta que no llegara un médico no podría saberlo, soltó un suspiro cansado, al menos ya se sentía mucho mejor y casi nada de agotado, no como los días anteriores en los que sentía que se dormiría en cualquier momento.

-¿Jimin?- sintió como el agarre de su mano era levemente liberado y no pudo evitar sonreír por la cara somnolienta que tenía su pareja.

-Hola... ¿No te duele el cuello?- vio como el mayor se levantaba con cautela, su rostro denotaba una leve molestia, por el hecho de dormir en esa posición poco convencional.

-Maldición, sí que me duele- el menor soltó una risa leve cuando el rubio estuvo completamente enderezado. –Iré por alguien para que vean cómo te encuentras-

-Me siento bien- dijo el castaño, quería pasar más tiempo con su pareja.

-Eso mismo me dijiste hace un par de días y ahora estamos en el hospital- Suga se acercó al menor para dejar un suave beso en sus labios y luego salir en busca de algún encargado. Jimin se quedó solo en la habitación, recordó que el día anterior había hablado con J-Hope y se sintió aliviado de haber arreglado las cosas con él, ahora solo quedaba concentrarse al cien por ciento en su relación con el rubio y en su carrera.

Luego de un par de minutos la puerta se volvió a abrir, entrando un doctor y una enfermera que comenzaron a revisar sus signos vitales, hacer pequeños chequeos y preguntas de cómo se encontraba, hasta asegurarse que estuviera bien. Cuando terminaron y dejaron que YoonGi volviera a entrar, les informaron sobre el papeleo que debía hacer el mayor, como el guardián del castaño, para que le dieran el alta ese mismo día. Jimin no se podía sentir más feliz de volver a casa tan rápido, lo que menos quería en ese momento era pasar más días en el hospital. Suga fue tras el médico, no sin antes decirle que no tardaría mucho en volver, el castaño ya no quería seguir en aquel lugar, no lo encontraba necesario, además le preocupaba que el rubio estuviera cansado.

Cuando YoonGi volvió traía con él una muda de ropa para que el menor pudiera cambiarse la bata que le habían puesto en el hospital, era una que había tenido que ir a buscar a casa porque el bolso que llevaba a clases lo habían dejado en la academia. Esperaron a que las enfermeras le quitaran la intravenosa, cuando estuvo todo listo; Jimin comenzó a vestirse deseando salir lo antes posible de aquel lugar, cuando trató de ponerse en pie sintió como un mareo lo desestabilizo, haciéndolo perder el equilibrio pero para su suerte YoonGi estaba a su lado y lo sostuvo antes de que pudiera caer.

-¿No que te sentías mejor?- la pregunta del rubio vino acompañada de una sonrisa socarrona.

-Eso pensaba- respondió el menor caminando con la ayuda de su pareja.

-El doctor dijo que aún estás con los efectos de algunos sedantes, así que no puedes pretender que caminaras como si nada hubiera pasado- lo llevó hasta donde dejo estacionado su auto y lo ayudó a subir en el asiento del copiloto, poniéndole el cinturón de seguridad. Vio como el mayor se acomodaba en el asiento del piloto y encendía el vehículo para volver a casa, Jimin sentía la mirada de YoonGi de vez en cuando, como si estuviera asegurándose que no le hubiera pasado nada.

Decisiones Intrincadas (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora