2. Mejor

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KHALESSI

Ha pasado más de una semana desde aquel encuentro amoroso con Patch, y desde aquel día las cosas han estado un poco incomodas entre nosotros. Fingimos delante de nuestros padres, pero detrás de esa fachada, se encuentra el deseo y la culpa de lo que hicimos.

—Kai, concéntrate —me dice mi padre, a lo que yo parpadeo varias veces.

Ambos estamos reparando el motor de un auto viejo el cual le pertenecía a mi abuelo Maximilian. Le dije a mi padre para llevarlo a una mecánica, pero él quiere hacerlo con sus propias manos. Mi abuelo Maximilian adoraba este Audi, así que no me queda más que arreglarlo para que en donde sea que esté, se sienta orgulloso de mí.

—Para eso necesitas la llave... —Me detengo y la mirada de mi padre se dirige a mí.

Siento cómo el líquido acido comienza a subir lentamente por mi garganta. Llevo una mano a mi boca y corro hacia la casa, en la cual están mi madre con Seth. Ambos me miran preocupados cuando me ven corriendo hacia el baño más cercano.

Comienzo a sacar todo de mi estómago y cuando no tengo nada, me siento en el suelo, aliviada. Mi madre entra al baño y le digo que estoy bien para luego cepillarme los dientes.

—Debe de ser algo que he comido —miento, y ellos parecen estar más tranquilos.

La realidad es que he estado así desde hace dos días. Y toda la semana he estado con náuseas, estaba pensando en algo ridículo, quiero decir, ¿lo es, verdad? Yo no puedo estar embarazada ni mucho menos, simplemente no puedo.

Y mucho menos estarlo de él.

—No me siento bien... —Todo me da vueltas y entonces siento los brazos de Seth alrededor mío.

—Será mejor que te lleve a tu casa, tu hermano entenderá que no estás en condiciones para una reunión —me dice, pero yo niego —. Kai, estás mal.

—Me echaré solamente unos momentos, me despiertan cuando ellos vengan.

Seth no hace lo que le pido cuando ellos vienen, lo que me despierta es la melodiosa voz de la novia de mi hermano. Derek la mira hipnotizando mientras que ella canta, prácticamente se está desgarrando la garganta. Nunca he entendido cómo los cantantes pueden tener tanta voz. Siempre veía a mi mellizo desgarrarse los músculos de la garganta mientras que practicaba para sus conciertos, y nunca entendí de dónde demonios le viene la voz.

—Wow —susurra mi madre, con sus manos en sus mejillas —. Tú puedes hacer a un bebé dormir en menos de lo que canta un gallo.

Claudia le ofrece una sonrisa para luego abrazarla. Me mira y rápidamente corre a abrazarme también, haciéndome sonreír. La admiro, a decir verdad. Es una gran persona y sobretodo, es una gran cantante dueña de una gran y poderosa voz. No entiendo cómo hay gente que dice que ella no puede cantar, ellos están equivocados.

Saludo a todos y mis ojos se detienen en mi primo, quien me ofrece una sonrisa divertida. Me pide que me acerque con su dedo índice y yo lo miro alzando ambas cejas después de hacerlo.

—La próxima vez se cuidadosa con lo que haces. —Lo miro confundida y se baja un poco el cuello de su camiseta. Veo la pequeña mancha morada en su piel y mis mejillas comienzan a enrojecerse —. Tu hermano piensa que son de Cintia.

El enojo se apodera de mí cuando menciona el nombre de aquella tipa con la que él tiene sus cosas personales. Sonrío enojada y mi primo me ofrece una sonrisa.

—Calma, Kai. —Estoy por sacarle mi dedo del medio, pero me cubre la mano con la suya —. Me gusta, es un ¿recuerdo? Llamémoslo así.

Ruedo los ojos y me siento al lado de Seth, quien me rodea con sus brazos apenas voy directa hacia ellos. Con él tengo una relación de hermanos, la misma que con Derek. Recuerdo la vez en que nos besamos gracias a un reto puesto por mi hermano. Después de ello, nos dimos cuenta que nosotros no funcionamos como pareja.

Solo Primos ©Where stories live. Discover now