Capítulo 1

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Suena la alarma diciéndome con su ruido ensordecedor que son las 6:00 de la mañana. Me paro y lamentablemente lo primero que está enfrente de mi cama es un espejo, tengo el cabello castaño enmarañado y mis pequeños ojos verdes adormilados y con lagañas. Voy al baño me lavo la cara y escojo una blusa-ombliguera de rayas, jeans y tenis azules. Me peino, tomo mi mochila y bajo por las escaleras.
No hay nadie más en la casa, ya que mi madre esta en el trabajo; ella es preciosa. Tiene el cabello rubio y sus grandes ojos azules siempre están brillando, lo único que tenemos en común es la piel blanca. Si ella no fuera policía, podría dedicarse a modelar.
Agarro las llaves mientras salgo de la casa, tomo mi bicicleta y me dirijo al Instituto Northwest. Veo a gente pasar con sus perros, sus hijos o apurados hacia el trabajo. Me entristece ver a una familia de tres: mama, papá y su hijo; no por ellos sino por mi ya que mi padre murió hace 7 años haciendo alpinismo. Ha pasado tanto y aún así no lo he
superado.
Sigo mi camino y llego al Instituto, dejo mi bicicleta en el estacionamiento y voy a la entrada donde mis 3 mejores amigas me están esperando:Jessalyn que es de piel morena, cabello negro, ojos grandes  cafés y de estatura media, es el tipo de amiga que siempre te hace reir; Nicole de piel blanca, cabello negro rizado y largo, y ojos negros, ella siempre te pasa la tarea cuando no la traes y Rebecca con su escultural cuerpo, curvas muy definidas, cabello corto  castaño, ojos cafés y sus especiales cachetes del tamaño del mundo, ella siempre te defiende . Las tres nos conocemos desde la primaria.
-!Hola Maya!- dice Jessalyn
Suena el timbre y entramos al Instituto es el más grande de Northwest City, nuestra ciudad. A veces me pierdo entre los pasillos, pero por suerte todas y cada una de ellas voy acompañada. La primera clase es Literatura, no hice las tareas. Todas las clases me aburren, me dirijo al aula que está al final del pasillo.
Tomó la clase y todas las que siguen con el ánimo de un perezoso. Solo oigo el sonido de la voz de los profesores y no presto casi nada de atención. No sé cómo he pasado de grado, pero bueno.

-Señorita Clouthier, señorita. No me había dado cuenta de que me había quedado dormida, por suerte es la última clase. Espero a que suene el timbre y salgo tranquilamente de la escuela. Tomo mi bicicleta y pedaleo hasta llegar a mi casa.
De nuevo observo a las personas que están  a mi alrededor, mientras pienso en cómo serán sus vidas. Hay una muchacha rubia, acarreando sus compras y vestida con ropa deportiva. En la casa de al lado hay un hombre con traje metiendo su auto en la cochera, mientras sus dos hijos lo esperan viendo por la ventana.
Imagino que la muchacha se llama Vanessa y el hombre Tom. Sigo por unas cuantas cuadras y llego a mi casa.
Dejo la bicicleta, que lamentablemente es rosa, en la cochera. Regreso a la puerta principal, giro la manija y entro.
-Hola Maya- me dice mi madre desde la sala
-Hola, creí que hoy te tocaba turno de tarde. Le contesto
- No cariño, hoy no- dice como si aún fuera una niña pequeña, a pesar de que tengo 16- Corazón, ven tenemos que hablar.
Oh, oh por alguna extraña razón mi mama cada vez que me va a decir algo malo me llama corazón; pienso que quizá sea para amortiguar el golpe.
-Si, ¿Qué pasa- digo acercándome hacia dónde está ella.
-Nos vamos a mudar
-Porque?- digo con un tono de tristeza y extrañez
-Me- empieza a decir con aire desilusionado- me están inculpando un robo de evidencia de hace 2 días en el complejo.
-Pero tu trabajas ahí, ni te pueden inculpar a ti
-Si pero, yo era la única persona que estaba ahí. Y por ser policía me dieron dos opciones: irme o quedarme, pero si me quedo me arrestan. Nos vamos el domingo por la tarde.
Domingo, esos son dos  dias
- Mama, pero que vamos a hacer- empiezo a gritar- ,donde vamos a vivir,donde vas a trabajar, a donde vamos, y si....
-Shh-me interrumpe- yo tengo todo controlado. Ve a comer y haz la tarea. Siempre que se enoja empieza a dar órdenes y a tratarme como una niña de 5 años. Pero hago caso.
Con desgano me dirijo a la mesa y como. Después de eso, llevo mi plato al lavabo y subo las escaleras hacia mi habitación. Abro la puerta y veo un montón de ropa esparcida por toda la estancia. Me lanzo a la cama y me quedo ahí inerte, siento como si estuviera echa de plomo, todas las extremidades las siento pesadas. Reviso el reloj, son las 5:00, tomo el celular y entro a Snapchat*, después a Facebook* y así sigo recorriendo todas las apps que tengo buscando algo con que distraerme pero no hay nada sigo con la idea de que me voy a ir en la cabeza.
Abro mi mochila, saco los libros y empiezo a hacer mi tarea, a lo loco pero la hago. Matemáticas, historia e inglés las clases más odiosas del mundo. Ya que termino, me baño, cambio y me meto a la cama aún pensando en lo que me dijo mi madre, y que después de hoy me queda 1 dia

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