Capitulo 4 Parte III

1.7K 140 12
                                    


—Entonces... ¿Qué quieres hacer hoy?.-Le pregunte a Alex mientras estábamos en la cocina, unos quince minutos después del enfrentamiento-conversación en el patio trasero.

Él se había aprovechado de la situación bastante bien, y dijo que "como su niñera" tendría que prepararle un desayuno/comida, porque eso es lo que las niñeras hacen.

—Lo que sea. Solo quiero que me prepares más de esos deliciosos Hot Cakes, ¿Por favor? ¿Cómo mi niñera?.-Pregunto, patéticamente fingiendo una voz de bebé desarrollado «por supuesto no del cerebro».

Lo fulmine con la mirada, aunque obviamente no sirvió de nada, ya que él no podía notarlo.

—Bien -Respondí forzadamente en tono contento. «Dar y recibir. Recibir y dar». El solo sonrió maliciosamente. Rode los ojos. «Cretino» Pensé. Seguí haciendo cada vez más y más, mientras los acomodaba en un gran plato de porcelana azul.

Alex tamborileaba sus largos dedos contra la barra negra de la cocina y balanceaba sus piernas de acá a allá. Acomodé con cuidado la comida frente a él y se quejó.

—¿Acaso esto no puede estar más quemado? -Preguntó arrogante mientras llevaba otro trozo a la boca. Sonreí.

—Bien, tú querías más, así que te di los quemados. Espero no te moleste.

Él solo levanto una ceja y sonrió.

—Bien, entonces, he terminado por hoy.-Dijo mientras alejaba el plato de él y cruzaba sus brazos sobre su pecho. Tomé la comida y empecé a picarla con los dedos, llevándolas a mi boca después.

—Probablemente hagamos algo divertido hoy.-Le comenté, con la boca llena-, tal vez podrías cambiarte con ropa decente y después podamos ir a cualquier lugar que se me ocurra.-

Miré a su pijama negra. Para ser sincera, le quedaba realmente bien. Pero nunca lo admitiría en voz alta.-Así que, ¿por qué no te apuras?.-La sonrisa se borró completamente de su rostro. Poco después, sus mejillas se tornaron rojas como tomates. El bajó la cara solo un poco.

—No puedo -Dijo mientras rascaba su barbilla con rapidez. Parpadeé.

—¿Por qué no puedes? Ya sabes, es solo tomar una ducha, ponerse algún vaquero y alguna cazadora y listo. ¿Ves? No es tan difícil.

Me miró como si estuviera contando alguna especie de chiste malo y gruñó.

—No seas tonta. No puedo cambiarme.

—¿Qué? Bueno, en estos momentos no estás desnudo así qué...

—No puedo cambiarme sin ayuda -Dijo lentamente. Me sonroje un poco.

—¿Y-y qué -quieres qu-qué haga?.-Le pregunte. Odiaba tartamudear. En serio.

—¿Ayudarme?.-Dijo, como si fuera lo más obvio del mundo. Me sonroje aún más

—Estás loco. ¡Eres un pervertido!.-Le dije, fingiendo estar enojada.-¡Solo cuando te conviene! ¿Verdad?

—Lo siento muchísimo. Pero tú querías una oportunidad. Y eso, es algo que las niñeras hacen, ¿o no?

Corazón Ciego |Alex Casas|Where stories live. Discover now