Capitulo 22: Primera Condición

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Las palabras sobran cuando los cuerpos ya se entienden entre ellos. La poca coherencia que restaba en su ser fue arrebatada de la misma manera como lo fue su inocencia. Por culpa de los odiosos deseos carnales que te calientan.

La boca del mayor parecía querer devorarla, lentamente ella comenzaba a ceder ante los dominios de el, con mucha torpeza, sintiendo de repente ese dulzor en su lengua que se hacia agua por el roce de sus labios. El mordió su labio inferior abriendose espacio para intensificar el beso. Ambos azabaches se correspondían en un ir y venir de lamidas y mordidas.

Sus manos se paseaban descaradamente por el curvilíneo cuerpo de ella sin cortar el beso en ningún instante. Tomo con su diestra una de sus nalgas apretándola hacia el con fuerza. Tuvo un pequeño lapso donde recordó que jamás habían tenido sexo anal y pues, a estas alturas... Deberían.

La pego con audacia contra la pared blanca a sus espaldas. Tomo una de las níveas piernas y se la enrollo a si mismo para que se sostuviese. Bajo un poco hasta su altura y subió restregando su miembro en la entrepierna de ella. La simulación de las penetraciones provocaron que Hinata, soltará leves jadeos despegandose de los labios de el para tratar de recuperar un poco de oxígeno.

Las revoluciones aumentaban y los latidos frenéticos de sus corazones incrementaban el deseo tan grande que se habian guardado desde tanto tiempo. Las telas que los vestían, servían únicamente para estorbar, solo les hacía postergar su requerida unión. Ella trataba vagamente de sostenerse en los hombros del azabache porque sentía que la única pierna que la mantenía de pie, se debilitaría haciéndola caer.

Su intimidad pedía a gritos ser atendida y eso era exactamente lo que el pretendía lograr.

Sasuke se acercó a su oreja mordiéndole y respirando por su boca emitiendo ese aire caliente que le hacía erizar la blanquecina piel. Continuo bajando por la línea de su cuello hasta su clavícula trazando su camino con pequeños chupetones que estaban destinados a hacerse notar. Hinata buscaba una posición cómoda para echar su cabeza mientras jadeaba por las nuevas sensaciones.

No supo en que instante había sucedido cuando ya sentía los habilidosos dedos de el, colados en su feminidad. Acariciaba circularmente su pequeño punto mágico repetidas veces. El no quería ser lento y ella no quería que se detuviera.

Sin previó aviso ni consideración, dos dedos se introdujeron en su entrada, teniendo que ser callada por los labios del mayor al escucharla pegar un agudo chillido. Los metía y los sacaba humedeciendola más de lo que estaba.

•No-te-vengas• ordeno el Uchiha enfatizando cada sílaba, trato de ver las orbes blancas ya dilatadas por la excitacion.

Ella intento llamarle en vano y decirle que parara, que no podría mantenerse de pie, consciente y evitar un orgasmo al mismo tiempo. Era demasiado

•Pídemelo• hablo seductivamente ronco. La conocía. Sabía que sufría.

•P-por favor ah~ la velocidad crecía y sus sentidos ya se apagaban.

•Pi-de• mando nuevamente.

•Ha-haz ¡Hazme tuya Sasuke-kun~ cerro sus ojos con fuerzas perdiéndose de la sonrisa lasciva que el mostraba.

Accediendo a sus súplicas, la llevo a la cama por no decir que fue prácticamente tirada alli a la fuerza. Ella observaba como el la iba despojando rapidamente de sus ropas, su aura era algo distinta, era más oscura, ansiosa, no se vislumbraba ningún vestigio de querer ser gentil esa noche. Era como si quisiera violarla, con el único detalle que ella estaría encantada de ser violada por el.

•Date la vuelta• ella obedeció de inmediato colocándose como la perra que quería ser esa noche •No grites• volvió a ordenar.

La ojiblanca desentendió un poco su mandato hasta que sintió el por que. La había penetrado completamente de una sola vez, ella quiso gritar pero el lo habia previsto e hizo que su rostro fuera a parar contra la almohada, de la forma más Sasuke posible.

Deseo Tenerte Where stories live. Discover now