No quiero que el mundo nos separe más (Casthaniel)

🎄✨Extra Navideño✨🎄

Un escalofrío recorrió mi espalda, me desperté por aquello y otro escalofrío me recorrió. Estaba todo destapado y Castiel estaba enrollado en el edredón como un capullo.

Será...

Tiré de mala gana hasta ganar gran parte, conseguí taparme y volver a dormirme.

El sol ya hizo su labor consiguiendo que despertara, aún seguía teniendo mucho sueño, parecía que no había dormido nada. Todo fue por despertarme por la noche.

Algo mosqueado me di la vuelta en la cama y Castiel no estaba, vaya.

— Castiel — grité repetidas veces, pero no obtenía respuesta, quizás no me oía.

Me levanté perezoso y fui habitación por habitación, no había nadie o eso creí. Cuando fui a pasar por el pasillo para llegar al baño la última habitación que me quedaba por ver me asusté, el baño estaba oscuro y justo se escuchó algo raro.

— ¿Castiel? — titubee.

No recibí respuesta alguna, entre indeciso y cuando lo hice la puerta se cerró.

Infarto en 3,2,1...

Grité, sí, a todo pulmón.
No sabía que hacer, grité y me cubrí la cabeza, estaba petrificado.

No creo en los fantasmas, bueno... Un poquito, pero eso no era lo que me asustaba. La imagen de mí... De ese hombre, Francis, vino a mi cabeza.
El corazón estaba por salirse del pecho.

Y en segundos se escuchaba una carcajada, bajé los brazos me quedé en estatua mirando un punto fijo en la oscuridad, no sabía si reír o llorar, era la risa de Castiel.

— Hijo de puta — susurré cuando encendio la luz, no se que cara podía tener pero el al vermela dejo de reírse.

— Lo siento, lo siento — me repitió varias veces abrazándome, yo solo negué la cabeza en señal de que da igual que no pasaba nada y el besó mi cabeza.

—¿A qué vino ese tipo de broma? — le pregunté más calmado. Cuando me separé me di cuenta de que solo estaba en calzoncillos.

— Pff, iba a ir a ducharme cuando te escuché gritar y entonces  me vino a la mente esconderme, cerrar la ventana y me fui detrás de la puerta y bueno, ya sabes lo demás. — yo asentí — te iba a despertar en cuanto terminase pero te adelantaste, aunque mejor.

— Mejor por qué. — pregunté sin entender.

— ¿Hola, hoy es 24, esta noche hay cena y hay que preparar las cosas? — abrí los ojos sorprendidos, no me acordaba, no era una fecha que me gustara mucho.

— ¿Tu y yo solos? — dije, pensaba que no íbamos hacer nada.

— No tonto, mis padres que llegarán en nada, tu tía y Amber por desgracia — reí por lo último.

— Entonces no tardes en ducharte.

— Dúchate conmigo y así acabamos antes — guiñó el ojo.

— Paso. — salí y cerré la puerta.

Fui a ver a Demonio al patio, estaba escarbando con la pelota en la boca y en cuanto me vio la soltó y vino corriendo hacia a mí.

Estuve un rato jugando con él hasta que Castiel se apareció ordenandome ir a la ducha y eso hice.

Todo quedó completamente bonito, la decoración de Navidad ya estaba puesta de días antes, solo tuvimos que preparar la mesa y la comida... Bueno, digamos que la pobre de la madre de Castiel y mi tía se encargaron.