Sentido de Justicia

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-Hace bastante frió esta mañana, creo que necesito el café reponedor de mi mamá. Oh, no parece que estoy atrasada para llegar a mi clase de Penal...- Amy se levantó como un resorte de la cama, su pieza toda desordenada contrastaba con lo que estudiaba, "Leyes".  Nunca había querido realmente estudiar esa carrera, pero su padre y madre eran abogados, además que su abuelo era un  juez reconocido dentro de la ciudad y aunque hubiese querido ser artista, ya su hermano se le había adelantado y había terminado como drogadicto en un centro de rehabilitación. Al levantarse se percató que la ventana estaba abierta, lo cual le había extrañado desde hace varias noches atrás, pero creía que era el sonambulismo que la caracterizaba cuando estaba en periodo de exámenes y su estrés aumentaba. Fue a cerrar su ventana, pero también se dio cuenta que su ropa estaba desordenada, asique se imaginó que Debby su hermana menor se había metido a hurguetear en su ropa. – Debby, me sacaste otra vez mi vestido y mi pañuelo rojo – grito Amy fuera de su pieza.  La mamá le respondió – Amy, creo que yo lo tome ayer para meterlo a la lavadora. Amy bajo apresurada las escaleras y se sentó. Todos tomaban desayuno, Debby como siempre de negro y con un aire frió, distante y misterioso revolvía su tazón de cereales con leche, mientras que su mamá limpiaba la cocina. El ruido del televisor pasaba desapercibido por lo mucho que hablaba su madre, hasta que de repente una noticia enmudeció a todos en la cocina. Se decía que un hombre de aproximadamente 45 años, que había violado a una mujer había sido encontrado muerto y torturado, con mutilación de sus genitales y varios cortes en distintos lugares del cuerpo, amarrado y con una rosa roja incrustada en su pecho con una carta que decía: "Todo aquel que profane a cualquiera de las flores de nuestra ciudad será destruido y desmembrado hasta que no existan más bestias jamás – Flor Escarlata " Amy apartó el rostro horrorizada – ¿Cómo puede haber tanta maldad en ésta ciudad? – dijo tapándose la cara con las manos – La historia de la Justicia misma nos ha enseñado que el odio trae más odio y solo el perdón puede traer justicia, el código de Hamurabi con su ojo por ojo diente por diente demostró que eso no es justicia es solamente barbarie. Debby se levantó enojada y le grito: - No te das cuenta Amy, que esos son violadores y asesinos que merecen todo eso, hasta cosas mucho peores, no puedo creer que puedas defender a ese tipo de gente. Amy miró a Debby y respondió con tristeza en sus ojos – Digas lo que digas, eso jamás será justicia y cuando sea abogada, enjuiciaré a esa mujer que ha cometido estos crímenes. Ya que pese a que los hombres hayan sido unos violadores y asesinos merecen ser juzgados bajo la ley.- Amy después de decir eso agarró su bolso y corrió hacia la puerta, para alcanzar por lo menos a llegar a la mitad de su clase de Penal.

Justicia Escarlata #ReverAwards2017Where stories live. Discover now