Normas, ¿quién piensa cumplirlas?

Capítulo (1)

Y hoy como no, otro día más encerrados. Y ¿por qué? Por no cumplir sus estúpidas normas, las estúpidas normas de Baltasar, no hay derechos solo deberes, y deberes, y más deberes. Estas son las asquerosas, sin sentido, y como no, estúpidas normas que hay que cumplir :
1. Nada de música, de ningún tipo.
2. Bajo ningún concepto llevar ropa que no sea blanca.
3. Nada de teñirse el pelo. ( Ya lo sé, es una idiotez)
4. Si tienes más de tres hijos a uno le tienes que poner de nombre Baltasar.
5. Si eres mujer, tienes que llevar vestidos, largos cortos, es igual el tema es no llevar pantalones o faldas, solo vestidos y más vestidos (parece que Baltasar deseara mi muerte).
Y si no las cumples, acabarás como yo . Aquí en esta especie de ¿polígono? No lo sé. En eso es en lo último que pienso. Todavía recuerdo el día que nos encerraron. Yo tenía 12 años. En ese entonces, me había vuelto loca de tantas normas. Parecíamos robots.
Entonces decidí hacerlo. Hablé con mi familia y todos estuvimos de acuerdo. Nos revelamos. Fuimos a casa de Baltasar y se la destrozamos. Ventanas, tejados, puertas, paredes, todo roto. Nos detuvieron al momento, pues claramente su casa estaba rodeada, pero aún así, fue uno de los mejores días de mi vida. Además, gracias a nuestra familia, las demás decidieron revelarse como nosotros, entre ellas las de mis tres mejores amigos : Rose y Javier ( que son hermanos ) y Victoria. Con ellos nunca me aburro.Estos son mis amigos y nunca me los dejaré solos, por lo locos que estén, no se van a librar de mí NUNCA.
AMELIA

ROSE

JAVIER

VICTORIA

Rose y Victoria, tienen la misma edad que yo, y, Javier tiene 14, pero eso no quita que sea mi mejor amigo.
Y hablando de ellos.

- Amelia ¿vienes a clase? -preguntó Javier. Además de estar atrapada sigo teniendo que dar clase.
-Sip vamos.- Si pudiera elegir entre estar atrapada en un establo y aquí no dudaría en la respuesta.
-¿Que nos toca ahora?- pregunté en un suspiro.
-Historia-dijo Victoria riendo, no sé porque pero Victoria siempre está alegre.
La verdad es que odio cada rincón de este lugar : las clases, los dormitorios, los comedores y todo por culpa de Baltasar y sus normas.

Al llegar a clase ( a la que acuden 12 personas) me senté al final de la clase, con Rose y me quedé mirando a una de las pocas ventanas (que son minúsculas) que hay aquí. Me gusta saber lo que pasa ahí fuera, ya que, estamos aislados. Aunque tampoco creo que sean cosas muy interesantes si cumplen las reglas de Baltasar.

-Amelia Roll, ¿puedes compartir con la clase lo que he dicho?-dijo el profesor Vigo con su cara de cangrejo, a veces me pregunto si es un mutante.
-Si Sr Vigo, estaba explicando el reinado de Carlos I -Tampoco ha sido muy complicado, estaba escrito en la pizarra. Me encanta dejarle con las palabras en la boca.
-Está bien, entonces sabrá responder a esta pregunta, ¿en que año-Y fue interrumpido por la campana.

Cuando estuve en el comedor me senté en la mesa de siempre con mis mejores amigos.
-Hola.
-Holis-dijo Victoria, como ya he dicho es muy alegre.
Me senté al lado de ella y enfrente de Javier. Me gusta estar cerca de él, me siento bien, no es que me guste pero como amigos. Empezaron a jugar a verdad o reto, creo, no sé, estaba más pendiente de un chico al que traían, no lo había visto nunca por aquí, así que será nuevo. Estaba discutiendo con una chica de unos 16 años diría yo, se parecen mucho así que supongo que son hermanos.
-Entonces Amelia-dijo Rose estresada.
-¿¿¿Qué???-pregunté sin entender nada.
-Por cuarta vez, ¿verdad o reto?
-Aa, era eso, creí que era algo importante-me fulminó con la mirada-Verdad.
Victoria le susurró una cosa al oído a lo que Rose rió como una trastornada (no exagero).
-¿Por qué mirabas tan atentamente al chico nuevo?-preguntó Rose, provocando que al instante, yo me sonrojara y, Javier se ¿molestara?
-¿Qué? No, yo no... a ver, os estáis confundiendo, es solo que yo, ¡aagh! Me estaba fijando en la pelea que había entre él y supongo su hermana, nada más.
-Claro...-dijo Victoria a lo que todos reímos.

Después de comer es "la hora de la siesta" , lo sé, una estupidez, pero, aunque sea complicado de creer, para nosotros es el mejor momento del día, todos, absolutamente todos duermen, mientras que nosotros hacemos todo lo que nos plazca, ya que, nadie nos vigila.
Al llegar a mi habitación, que comparto con mis hermanos y Victoria, esperamos a que todos se durmiesen y ZAS! salimos corriendo. Iba hablando y corriendo a la vez cuando me choqué con alguien, más bien se chocaron conmigo.
-La próxima vez mira bien por dónde vas.-dije en tono desagradable.
-Lo siento, te ayudo-dijo ofreciéndome su mano.
Al levantar la vista, vi que era el chico que peleaba con su "supuesta hermana" y me di cuenta que de cerca era más guapo. Y unos segundos después tome su mano gustosamente.
-¿Qué haces aquí en la hora de la siesta?-pregunté lo menos interesada posible.
-Bueno, no sé si te has dado cuenta pero soy nuevo, y pues... venía a investigar un poco el lugar. ¿Y vosotros?
¿Ha dicho vosotros? Me giré y me di cuenta de que ya habían llegado Javier y Rose y contemplaban la escena interesados.
-Pues nosotros...-Me giré a ver si los demás me ayudaban a inventarme una excusa.
-Nosotros pasamos de esta norma y aprovechamos la hora de la sienta para hacer lo que nos entre en gana-me interrumpió Victoria sonriente.
-IDIOTA-dijimos los tres al unísono.
-Tranquilos, vuestro secreto está a salvo conmigo, por cierto, soy Luke-dijo ofreciéndome su mano, esta vez para estrecharla.
-Amelia-dije yo tomándola.
-Bueno..., ellos son Javier y Rose , que son hermanos y Victoria-dije presentándoles.
-¿Vamos?-preguntó Rose a lo que yo reí.
-Vamos-dije con alegría en mi voz, y no me preguntéis el por qué porque ni yo lo sé.
-¿Vienes con nosotros?-preguntó Victoria coqueta.
-Claro-respondió Luke.
Nos lo pasamos bien, estuvimos hablando con él y, la chica con la que hablaba si era su hermana, le encerraron aquí porque salió a la calle y empezó a cantar como un loco, está en la misma habitación que comparto con Victoria y tiene 14 años, al igual que Javier.