FINAL PARTE I

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Llegamos derrapando a tiempo de subir a nuestro vuelo, y entonces comenzó la verdadera tortura. El avión ronroneaba ocioso en la pista, mientras los sobrecargos paseaban por los pasillos con toda tranquilidad, palmeando las bolsas en los portaequipajes superiores para cerciorarse de que estaban bien sujetos. Los pilotos permanecían apoyados fuera de la cabina de mando y charlaban con ellos cuando pasaban. La mano de Tanya me aferraba con fuerza el hombro para tranquilizarme, mientras Esme, hablaba con Carlisle y le hacía creer que estábamos dando un paseo, pues según ella, yo estaba muy nerviosa.

-contigo, en el estado en el que estas, llegaremos más rápido volando que corriendo- me recordó en voz baja, yo me tense por un segundo, pero después me relaje, ella no sabía, nadie podía saber nada

Me limite a asentir una única vez sin dejar de moverme, no podía dejar de pensar, si todo salía bien, mañana mis amigos estarían bien y yo lejos, muy lejos de hacerles daño.

Al final, el avión se alejó rodando muy despacio desde el punto de partida y comenzó a adquirir velocidad con regularidad paulatina que luego me traería por la calle de la amargura. Esperaba disfrutar de un reposo cuando hubiéramos completado el despegue, pero mi impaciencia y mi frenesí no disminuyeron.

- ¿tienes algún plan? - me pregunto tanya en susurros, estaba segura que ellos podían murmurar algo a velocidad vampírica y ella me lo preguntaría

-La verdad es que no- le respondí mordiéndome el labio- tengo la idea de llegar a volterra y después acercarme al castillo, intentar entrar y sacar a mis amigos

-Eleazar dice que no tienes la más mínima idea de que hacer- murmuro tanya moviendo la cabeza- ¿has estado alguna vez ahí adentro?

-sí, unos 80 años y cuando venimos para presentarme ante aro

-eso ya es ventaja- replico molesta

Dormí algunas horas mientras llegábamos a Italia. Tuve sueños extraños, soñaba con muchas luces de colores, todo se movía, me sentía demasiado inquieta. Desperté cuando aterrizamos.

-Eres rara bella- comento Tanya mientras bajábamos del avión, no le estaba prestando demasiada atención, me sentía mal.

- ¿Por qué? - pregunte con voz rara

-Dormiste como un verdadero tronco, no te moviste para nada, me diste miedo y a la vez envidia.

-Isabella- me pregunto Esme- ¿te sientes bien?

No tuve oportunidad que responderle, no sé si fue que el piso se me movía de una forma extraña o me tropecé, el punto fue que termine en el suelo, y si no era lo suficientemente vergonzoso, vomite de una forma asquerosa.

- ¡Bella!- grito Esme levantándome del suelo y llevándome al baño, el movimiento no me ayudaba demasiado, sin embargo, no replique nada. Esto era demasiado vergonzoso y asqueroso. Me ayudo a lavarme la cara y cambiarme de ropa. Toda mi ropa sucia la tiro en un cesto de basura. El asco en mi boca no se iba.

-Quizás tienes demasiados nervios- me justifico, pero no sonaba convencida en lo más mínimo. Yo asentí, aunque tampoco lo creía. Había pasado por demasiadas situaciones y jamás me había pasado esto. "tengo que soportar un poco más" pensé. Salimos del baño y eleazar me esperaba con gesto serio y cruzado de brazos.

- ¿Qué te sucede? - me pregunto Eleazar extendiéndome una botella de agua, sacudí la cabeza mientras abría la botella y tomaba un poco.

Tenía hambre, pero este no era el momento para pensar en eso, quizás después. En mi cabeza se formó la idea de una hamburguesa jugosa, se me hacía agua la boca, con tan solo pensar en ella. Quizás acompañada de una soda y si no era mucho pedir, un postre. Una rebanada de pastel de chocolate o de fresa.

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