Owen Adams en la casa de tía Edie.

Capítulo 1: "Nuevos planes"

No me gustaban los funerales. Odiaba estar parado con una flor en la mano, es más, tampoco me gustaban las flores. Me parecía ridículo llorarle a un cuerpo sin vida. ¡Por favor!, Seamos realistas, ellos ya no están aquí, eso es simplemente un cadáver.

Sentí que alguien me tomaba de la mano.

—¿Estás bien?—Preguntó mi tía Edie.

Ella vivía en la capital de Canadá, ottawa. Muchos decían que era una mujer interesada, que solo había asistido al funeral por las escrituras de la empresa de mi papá.

—¿Me ves sonriendo?—Pregunté con sarcasmo.

Estamos en un funeral, hay gente llorando, mis padres murieron... ¿Debería reír?.

Ella se colocó unos anteojos negros y acomodó su cartera.

•••

Cuándo regresamos a casa, mi abuela me preparó una sopa de arvejas y al terminar me senté en la sofá a leer un libro.

Toc toc

—¿Puedes abrir, mijo?.—Dejé mi libro a un lado y abrí la puerta.

—¡¡Hola Owi!!—Dijo tía Edie abrazándome. 

¿Owi?

Miré a mi Abuela y ella me mostró una sonrisa nerviosa.

—¡Espero que ya tengas tus maletas preparadas!—¿Maletas?. Tía Edie. Maletas. Tía Edie. Male...¡Ay no!

—Mijo, te irás a vivir con tu tía.—Dijo mi abuela sonriendo falsamente.

Mierda.

—¿Y cuándo lo decidiste? ¿A caso pidieron mi opinión?—Dije apretando mis puños.

—Owi, escucha...

—¡¡No me digas Owi!!—Mi abuela me tomó del brazo y me hizo mirarla.

—Escuchala.—Fue lo único que me dijo—

—Mira, Owen, tu madre dejó una carta—Abrió su cartera y sacó una hoja de papel—Quiero que la leas y luego, si quieres, hablamos los dos a solas. ¿Te parece?.

Tomé la carta y asentí.

—Saldré al jardín, Abue.

Caminé hasta la puerta trasera y salí al patio.