Capítulo 18: La estúpida idea de Matt.

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— Y ¿Cuál es tu grandiosa idea? — Pregunté.

— Ya veras, solo tenemos que regresar a la biblioteca — Dijo Matt agarrando mi muñeca.
Sin otra opción, lo seguí hasta la biblioteca.
Cuando llegamos, me soltó y arrojo un libro al suelo.

— ¿Esa fue tu gran idea?— Dije con cierto sarcasmo.

— Algo así — Se limitó a decir.
Escuchamos que la puerta principal se abrió, Matt me tomó de la cintura y... Me besó. ¿Qué demonios le pasa?
Intenté quitarmelo de mis labios, pero me fue imposible, ya que él es más fuerte que yo. MALDICIÓN.

— ¿Quien anda ahí? — Escuché decir al conserje.

Quería hablar y soltarme, pero había algo que no me lo permitía y era Matt.
Sentí una luz en mi rostro.

— Pensé que vendrían a estudiar — Dijo el conserje.
Matt me soltó.

— Si, de hecho si estudiamos, pero no pudimos resistirnos, Ya sabe... — Dijo Matt con toda tranquilidad.

Lo quería matar, estrangularlo, Ahogarlo, no importa de que forma, solo quería verlo muerto.

— Si, no quiero detalles. Pero salgan cuanto antes — Dijo el conserje y antes de irse.

Matt iba a decirme algo, pero lo interrumpi.

— No me digas nada, estoy muy molesta contigo — Dije caminando hacia la salida de la biblioteca.

— Enserio lo siento, es lo que... Fue lo único que se me ocurrió. — Dijo detrás mía.

No dije nada, sólo lo ignoré.
¡Rayos! Olvidé la maleta en la oficina del director, que tonta.
Mientras volvía  a la oficina, Matt habló.

— Emma, enserio lo lamento.

— Como sea — Dije entrando a la oficina, tomé la bolsa y regresé a la biblioteca, de nuevo.
Ambos, sin dirigirnos la palabra salimos de la escuela.
Ya en el auto, todo se volvió mas incómodo que de costumbre.
Lo único que me alegra de todo esto, es que el director tendrá su merecido.
Matt me dejó en la puerta de mi casa, como había dicho.

— Acepto tus disculpas — Dije al salir del auto — Aunque, no te hablaré por unas cuantas semanas — Agregué.

— Pero te guste o no, tienes que hacerlo.

— Lo sé, pero solo para las tutorías te hablaré — Dije antes de entrar a mi casa.

— ¡Emma hora de ir a la escuela! — Gritó mi madre detrás de la puerta.
Hoy seria un gran día, no puedo esperar a verle la cara al señor ese.
Me levanto de la cama rápidamente, y entro a la ducha, me tomo un baño como de  5 minutos, me cambio y bajo corriendo las escaleras.
— Buenos días — Dije.
— Ehh... Buenos días — Dijeron mis padres extrañados.
Y es que, yo no soy de dar los buenos días, con tan buen humor.
Me prepare cereal con leche y, según mi madre, me trague el desayuno.

— ¿Ya estas lista? — Preguntó mi padre arreglándose la corbata.

Asentí.

Salí de la casa, para dirigirme al garage, y me subí al auto.

— Emma, recuerda que tú no vas a manejar — Dijo mi padre al ver que estaba en el lado del piloto.

— Oh... Cierto — Dije pasandome al lado del copiloto.

Mi padre entró al auto, y condujo hasta la escuela, al llegar casi no había nadie, y por suerte, el director todavía no había llegado.

— Vengo por ti a las 3:00pm — Dijo mi padre antes de que yo bajara.

— ¡Pero salimos a las 2:30pm! — Dije.

— Es solo media hora Emma, no te harás vieja esperándome — Dijo con una sonrisa burlona. .
Rodé los ojos y bajé del auto.

Entré a la escuela y habían unos pocos alumnos; me dirigí a mi casillero para tomar mis libros, cuando mi teléfono comenzó a vibrar.

— ¡Amber cariño!  — Dije.

— ¿Dónde estás? — Preguntó Amber preocupada.

En la escuelaDije con una risa malvada.

— ¿Qué tramas? — Preguntó Amber.
Esta mujer me conoce mas que lo madre.

Ven a la escuela y lo verás, pero ven lo antes posibleAgregué.

Voy en caminoDijo colgando la llamada.

Guardé mi teléfono, y en lo que Amber llegaba me senté en el suelo. Parecía una loca asesina ahí sentada viendo a la nada, se los juro.

— Vine lo mas rápido que pude — Dijo Amber jadeando.

Me reí.

— Tranquila, respira... — Dije inhalando y exhalando.

Ella hizo lo mismo que yo.

— Ya estas mejor, gracias — Dijo con una sonrisa— Por cierto, el director estaba estacionando su auto cuando llegue.

Le tomé de la muñeca y nos quedamos a unos metros de la oficina del director. 

— Ahora, solo hay que esperar — Susurré.

Vi al director pasar frente nuestra, y con toda la educación del mundo, nos saludó y obviamente nosotras también.

El director al abrir su oficina, gritó como nunca, era como un grito de una niña mezclado con una cabra.

— ¿Quién a hecho todo esto? — Gritó el director furioso. —

Al gritar, todos los alumnos que ha habían llegado a la escuela, se acercaron y comenzaron a reír, le tomaron fotos, un estudiante se puso una camisa en el rostro y ¡Le bajo los pantalones!.
No pude resistirme y comencé a reír, vaya... Matt se a perdido toda la diversión, y fue su idea.

— ¡QUIERO QUE  TODOS USTEDES VAYAN AL GIMNASIO INMEDIATAMENTE! — Gritó mas furioso que hace un rato y entró a su oficina.

Amber y yo volvimos a mi casillero sin poder parar de reír.

— No puedo creer que tú hayas hecho eso — Dijo agarrándose el estómago, por que ya le dolía de tanto reírse.

— Bueno, tuve un poco de ayuda — Agregué.

— ¿Quién?

— No sé — Reí — Ahora tenemos que ir al gimnasio.

Ambas nos fuimos riendo hasta llegar al gimnasio, nos sentamos y divisé a Matt hasta el frente.
Amber y yo, nos sentamos hasta atrás.
Al buen rato, el director llegó y habló.

— No sé quien hizo todo eso, pero si no confiesa, ¡El baile se cancela! — Espetó. — Y toda la escuela pasará limpiando el gimnasio y los baños, por dos meses. Así que... Vamos cobarde, confiesa.

Vaya, jamás había visto al director así.

Pero por suerte, aunque se escuche muy egoísta. El baile no me importa, ni limpiar el gimnasio, y...

— Yo lo hice — Escuché que dijeron. Levanté la vista y vi a Matt de pié, frente a toda la escuela.

Oh, demonios.
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Bien, espero que les haya gustado este capítulo. Espero sus votos y comentarios 😊

Los amo.
Eli.



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