Transfiguratus Your Story.

Capítulo 04: Bajo Tú Cuidado.

Título: Transfiguratus Your Story.

Los personajes de Naruto son de Masashi Kishimoto. Y un personaje es de Nanami S. Uchiha!

— Diálogos —

«Pensamientos»

Recuerdos

(...) cambio de tiempo, lugar o escena.

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Capítulo 04: Bajo Tú Cuidado.

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— ¡Muevete más rápido, Sasuke! — gritó Itachi mientras chocaba dos kunai's contra su hermano menor. El choque entre ambos metales ocasionó una pequeña chispa y fuertes vibraciones en las manos de ambos. Era increíble la fuerza que tenía el pequeño cuerpo de Sasuke.

El entrecejo del menor se encontraba realmente fruncido. Y ni de mencionar su estado de animo, el cual era un revoltijo.

— ¡No necesitas decirlo! — vociferó totalmente furioso al momento de separarse unos cuantos metros gracias a dos saltos que dio.

Sasuke lanzó al suelo los dos kunai's que tenía en sus manos y tomó su espada del suelo. Con su cuerpo siendo tan pequeño, con poca resistencia y de corto alcance, era mejor dejar de lado aquellas armas y usar la espada empleando el kenjutsu.

«Ya se puso serio» Ante su pensamiento, Itachi sonrió.

Sasuke en su nuevo cuerpo tenía muy poca paciencia cuando entrenaba con el primogénito Uchiha. Le molestaba no poder moverse a libertad y que sus movimientos fuesen limitados, al igual que su resistencia.

— ¿Ya no puedes más, hermanito? — Itachi le preguntó suavemente, pero con un toque de burla. El pequeño azabache estaba jadeante y a duras penas lograba sostenerse gracias a que enterró la espada en el suelo. Llevaban más de cinco horas entrenando varias técnicas y al usar el sharingan, lo dejó el doble de exhausto.

— ¡Que te jodan! — le gritó con el poco aliento que había reunido.

Estaba furioso y quería patearle el trasero a su consanguíneo, sin embargo, ya no tenía las fuerzas suficientes para hacerlo. Maldecía internamente a su pequeño y débil cuerpo de seis años y por supuesto a Itachi por molestarlo y restregarle en cara su actual debilidad.

— Cuida esa boca, jovencito. — el menor se jactó con gracia e ironía, mientras le mostraba el dedo medio de su mano izquierda. — ¡Tambien cuida tus acciones!

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Ya eran cercas de las once de la mañana. Tomó un corto descanso cercas de un pequeño lago y humedeció una toalla que traía consigo para limpio el sudor, tierra y sangre de su cuerpo. Itachi había sido llamado por el Hokage, por lo que su entrenamiento quedo pospuesto hasta su regreso. Las hojas de un arbusto se removieron un poco, lo suficiente para que él se percatara de que alguien estaba ahí.

— Sal. — ordenó. No necesitaba cerciorarse de que fuese un animal el que estuviese escondido en aquel arbusto. Apretó en mango de su espada, para saber si valía la pena o no levantarla contra aquel ser.

El crujir de las ramas se intensificó y de aquella planta salió la persona que menos imaginó ver en ese lugar. La princesa Hyūga.

— Lo-Lo siento... — su voz estaba temblorosa al igual que su cuerpo. Sus ojos se movían algo rápidos, ya que no sabia hacia donde mirar por el miedo y la vergüenza, comenzando a jugar nerviosamente con ambos dedos índices. El azabache tenía su torso desnudó y eso era más que suficiente para incomodarla, olvidandose del susto anterior.