Capítulo II, parte 1: 24 de Diciembre

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Algo le picaba el ojo, el párpado, mejor dicho. Estaba dormido o al menos hace unos segundos, pero un rayo de sol resecó su ojo izquierdo y lo hizo arder, solo para notar que lo tenía expuesto sin saber cómo.

Algo se movió sobre él. MinHo se tensó, sintió un peso sobre su torso, bajando desde clavícula hasta más debajo de sus pectorales. Parecía, no, no podía ser un ratón, ¿Acaso dejó la ventana abierta? Todavía con los ojos cerrados, MinHo prestó atención a su alrededor; no había ninguna corriente de aire, por lo que la ventana estaba cerrada lo que tenía sentido porque con el frío que hacía por esos días, dejarla abierta era la sentencia a una semana en cama por un resfrío.

Entonces, aquel peso se desplazó otro poco y luego se quedó quieto. Bien, sea lo que fuera que estaba sobre él, al parecer se había ido. Quizás, solo era el peso de la ropa de cama. Sí, eso debía de ser. Restándole importancia, MinHo estiró los brazos sobre su cabeza y se estiró para quitarse el sueño de encima, al abrir los ojos, la visión de un pequeño rostro mirándole con una sonrisa, lo hicieron despertar aún más.

- ¡Hola!

- ¡WAAAAH!

MinHo gritó quedando sentado, la cosa sobre él saltando lejos hacia alguna parte de la cama mientras él se apoyaba en el respaldar. ¿Qué había sido eso? ¡No era un ratón, era otra cosa! Guardando la compostura, MinHo se inclinó, rebuscando entre el edredón cuando una cabeza de color castaño se asomó ordenándose la ropa.

- ¡Hey, ¿Por qué hiciste eso?! – le dijo, verdes ojos mirándole con molestia.

- ¡¿Quién diablos eres?! ¡Un ratón! ¡Te mataré!

El moreno se incorporó, buscando una zapatilla para poder defenderse mientras golpeaba la cama tratando de apuntarle a lo que sea que fuera le había asustado.

- ¡Muere, muere! – gritaba dando golpes.

- ¡Oye, ¿Qué haces?!

- ¡Ah, maldita sea!

La zapatilla voló lejos y MinHo solo atinó a salir de su cuarto corriendo hacia la sala para luego ir a la cocina y tomar del mueble bajo el lavaplatos, un mata bichos plástico, ignorando a sus compañeros de piso que estaba tomando desayuno y que le quedaron mirando de forma rara pues nunca le había visto actuar de forma semejante.

- Uhm, ¿MinHo? – le habló KiBum haciendo una cara extraña - ¿Qué ocurre?

- ¡Una rata, una rata! ¡En mi cuarto, una rata!

- MinHo, no hay ratas en el edificio, es imposible... - comentó JinKi masticando una tostada.

- ¡Lo juro por Dios! ¡Es... una rata! ¡Me habló, no estoy mintiendo!

JongHyun le dio el beneficio de la duda y se puso de pie, caminando hacia la habitación de su amigo para dar una mirada de inspección, con MinHo detrás de él sujetando el mata bichos como si fuera alguna arma letal.

- ¿Dónde la viste?

- ¡Ahí, ahí! ¡En la cama, estaba sobre mí!

Su amigo removió el edredón, las sábanas, las almohadas pero no había nada. JongHyun se inclinó y vio bajo la cama. Nada.

- Quizás estaba soñando, pero como puedes ver, no hay nada...

Escéptico, MinHo entró dando una mirada alrededor, sí, la cosa se había ido y al parecer JongHyun tenía razón, solo estaba soñando. Aliviado, suspiró y relajó su cuerpo.

[ Mistletoe ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora