Capítulo 20

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El lunes, cuando ______ entró en la tienda, aún se sentía mal por lo que había sucedido con Kyuhyun y, por si fuera poco, estaba muy cansada, después de pasar dos noches en vela. Lo último que necesitaba, en aquel momento, era que se hubiera terminado el café.

—Magnífico —murmuró, dejando la lata vacía de café a un lado.

______ se volvió y miro a Sulli, que estaba en la puerta de la trastienda.

—¿Qué haces aquí tan pronto? ¿Dónde están los niños?

—Los he mandado a la oficina con su padre —respondió, mientras dejaba el bolso sobre una mesa—. Tenía que hablar contigo. Ayer te llamé varias veces pero sólo conseguí hablar con tu contestador automático. ¿Es que no escuchas nunca los mensajes?

—Ayer no los escuché.

______ se puso a abrir todos los armarios en busca de cualquier cosa que tuviera cafeína. En aquel momento, y a falta de café, habría dado cualquier cosa por una bolsita de té, un poco de chocolate caliente o incluso un café descafeinado.

—Me imaginé que Stephanie y tú estarían pasando el domingo con Kyuhyun.

______ no tenía intención de hablar sobre el domingo, ni mucho menos sobre Kyuhyun, así que no dijo nada.

—Oh, vamos, ______—insistió Sulli—. ¿A dónde fueron tú y Kyuhyun el sábado por la noche? Vi que estaban bailando y, cuando volví a mirar, habían desaparecido.

—Salimos a bailar a un lugar menos concurrido.

—Y mucho más romántico, supongo.

El interés de Sulli resultaba evidente, pero ______ sólo estaba interesada por el café y no quería continuar aquella conversación.

—Tengo que ir al super mercado a comprar café. Encárgate de la tienda, ¿quieres?

______ salió de la tienda esperando que su amiga no se hubiera enojado con ella.
Aún le dolía lo que había sucedido después de bailar; cuando pensaba en que Kyuhyun la había dejado allí en los escalones del porche, sintió un tremendo dolor, no era tan terrible como la experiencia de haber sido abandonada en el altar, pero había experimentado el mismo sentimiento de traición, el mismo asombro y la misma incredulidad que aquel fatídico día.
Al entrar ______ evitó a los cuatro hombres que estaban siempre en el supermercado reunidos alrededor de la máquina de café, junto con Henry, el dueño del supermercado, no estaba de humor para charlar con ellos pero alcanzaron a verla.

—Eh, ______. ¿Puedes venir un momento?

—Ahora no. Tengo que volver a la tienda.

—Hemos oído que tu amigo está gastando mucho dinero en el pueblo —dijo uno de los ancianos.

______no hizo caso y siguió andando.

—Los chicos están muy contentos esta mañana —dijo Henry apartándose de la máquina de café—. Kyuhyun se los ha ganado donando dinero para muchas cosas.

—Sólo ha donado una suma a la biblioteca pública —puntualizó ______.

Henry negó con la cabeza.

—Pues se dice que va a entregar un cheque al colegio en la reunión que hacen todos los meses.

—¿Y qué tiene eso de particular? Todo el mundo sabe que pretenden comprar ordenadores para el colegio. Yo misma he contribuído con una pequeña suma, y estoy segura de que tú también.

—Sí, pero no estamos hablando de veinticinco ni de cincuenta dólares. Les va a dar tanto dinero que podrán poner un ordenador en cada clase.

—¿Tanto? —preguntó, asombrada.

Sola Frente Al Altar (Kyuhyun Y Tú)Where stories live. Discover now