Capítulo 1

203 32 6
                                    

me levanto solo por la luz de sol ya sabiendo que no me volvería a dormir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

me levanto solo por la luz de sol ya sabiendo que no me volvería a dormir. Me di un rápido baño y me puse ropa cómoda.

Baje al comedor y mi mamá ya está desayunando para luego ir al trabajo.

Si, así mismos. Un sábado a trabajar. Le di un beso y me senté a desayunar con ella.

-Mami, voy a salir por ahí. -dije con una sonrisa.

-¿Por ahí?, eso se escucha sospechoso e intrigado.-entrecerró los ojos y no pude evitar soltar una risa.

-No seas mal pensada, solo iré al centro comercial-dije ya un poco sería.-Mejor cuéntame ¿Cuando te casaras con tu Ramoncito?-me dio una mirada asesina cuando le mencioné a su pretendiente. No lo conozco personalmente pero ella me ha contado que se están conociendo. Reí para luego beber un poco de jugo.

Mi relación con mi madre es la mejor, nos contamos todo y solo hemos sido ella y yo. A ella no le gusta hablar de mi padre, lo poco que me ha dicho es que el murió después de irse de la casa. Que la familia de el no me quería. Para mi es bastante información y si su familia no me quiere yo tampoco tengo porque quererlos a ellos.

Después de tener una corta platica sobre su romance, se fue dándome un beso en la frente. Me quedé un rato mas antes de recoger la mesa y dejar todo limpio. Limpié un poco la casa aunque no era mucho lo que había que hacer ya que solo vivimos nosotras dos.

Minuto después salí y sentí que llegué rápido a mi destino. Las personas están alborotadas, de un lado a otro. Ni siquiera se porque vine un fin de semana cuando se que todo esta lleno por todos lados.

Entré y anduve por todo el lugar buscando y buscando un vestido hasta que encontré el indicado. Sonreí y large un grito de emoción pero para mis adentros. No quiero que piensen que estoy loca.

Después de haber comprado un helado tomé asiento. Mientras observo la heladería donde hay un poco más de gente, me quedo frisada al mirar hacia el frente.

No puedo creer lo que mis ojos estén viendo. Quizás todo pertenece a la imaginación de mi mente y me esta jugando una mala pasada.

Mi ojos se aguaron pero evité derramar una lágrima por culpa de esos dos. Se estaban besando. Todas las ilusiones que alguna vez tuve se rompieron en miles de pedazos.

Decidí llamar a Daniel por celular para ver que tan descarado es. Respondió al segundo timbre.

-Hola, amor ¿cómo estás? -Preguntó y se escucha como siempre, calmado como si nada pasara.

Carrera De Amor © [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora