Capítulo 9

89 32 5
                                    

Anoche casi no pude dormí pensando en el día anterior, Alan casi me besa pero se desvió hacia mi mejilla

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Anoche casi no pude dormí pensando en el día anterior, Alan casi me besa pero se desvió hacia mi mejilla. Pero fue mejor así, ya que no sabría cómo reaccionar y eso.

No quiero hacerme ilusiones con una persona, y más con Alan, no puedo negar que es un chico como misterio. Un misterio que si y no quiero descubrir.

Tampoco hoy fui a la escuela, tal vez vaya mañana o la otra semana. Cada día me dan menos ganas de volver.

Ya son las once de mañana y todavía no me dan ganas de levantarme. Me di un rápido baño y me puse unos short con una blusa que me queda un poco grande, quiero estar cómoda.

Me dirigí a la cocina encontrándome con mi abuela. Ya se me hace costumbre encontrarla aquí.

—Buenos días, ¿cómo amaneció la abuela más genial del mundo?—pregunté abrazándola y dándole un beso, para luego ver lo que está haciendo.

—Bueno... te doy la razón cariño, soy la mejor abuela del mundo.—las dos reímos.

—Si, lo eres.

Nos quedamos en silencio por un momento, no lo sé pero el ambiente se puso tenso con la mirada de mi abuela, algo iba mal.

-Elena...¿siempre eres perezosa o fue después de nosotros venir?—su pregunta me hizo reí a carcajadas.

—No, pero... es que tú y el abuelo me consienten demasiado, ya ni a la escuela quiero volver.

—Claro.-me dio un beso en la mejilla y siguió picando vegetales.

Lo hicimos juntos y luego comimos los tres juntos, entré risas y chiste. Mi abuela siempre me miraba y Lugo me daba una sonrisa cálida.

Ayudé a mi abuela a lavar los platos y luego nos pusimos a ver una serie, estoy tan cómoda que no quiero moverme.

—¿Porqué no vamos a dar una vuelta por ahí?—preguntó mi abuelo apagando la televisora.

Quise protestar pero cuando mi abuelo quitó mis pies de su regazo me acurruqué más ya que tenía mi cabeza en el regazo de mi abuela, ella peinaba mi cabello.

—Tienes razón, vamos a salir. Ya esta niña me está pegando su pereza.—yo reí por eso que dijo mi abuela.

—Vayan ustedes, tengo sueño.-mi abuela se para y agarré la almohada para apoyar mi cabeza.

Ellos se fueron hablando, diciendo de lo perezosa que me estoy poniendo y no se cuantas cosas más.

Tengo que admitirlo que es verdad, ahora estoy más cansada pero es por el calor y también porque ellas me consienten demasiado, me gusta que lo hagan.

Me quedé dormida y el timbre me despertó, no quería pararme pero supuse que no había nadie más que yo. Con mis ojos casi cerrado y arrastrando mis pies abrí la puerta pensando que eran mis abuelos pero no, es un chico.

Carrera De Amor © [En Edición]Where stories live. Discover now