Let me be the one to save you || a.i.

Capítulo 9

Fue difícil encontrar a Ashley en medio de toda la gente, pero por suerte pude hacerlo antes de que la música empezara a sonar.

-¿Dónde estabas? -preguntó gritando, intentando que los alaridos de la gente no opaquen su voz.

¿Cómo le explico que había conocido a su banda favorita y no la había llevado conmigo?

Con una sonrisa y mirando al escenario rápidamente. De repente las voces de la gente al rededor nuestro se congregaron en una ola gigante de gritos. Indicador indudable de que estaba por empezar el recital, y una excusa perfecta para no dar explicaciones.

Las luces dieron un par de vueltas por el público y luego se concentraron en el escenario. Del lado derecho aparecieron los tres chicos que había conocido hacía apenas unos minutos. Y Ashton.

Cada uno se posicionó en su lugar, y comenzaron a tocar. Me era difícil ver a Ash desde el lugar donde nos encontrábamos con Ashley, así que comencé a abrirme paso entre la gente para poder obtener una mejor vista suya. Ashley no dudó un segundo en comenzar a dar algunos empujones para poder estar lo más cerca de Luke posible, quien se encontraba concentrado por demás en la letra de la canción que cantaba.

Eran talentosos en verdad. Disfruté mucho escuchando su música.

Lo que no me agradó tanto fue escuchar los constantes comentarios y gritos de las admiradoras a Ashton. Me costó mucho admitir que estaba algo celosa, pero así era. No había razón alguna para estarlo, en realidad. No eran más que admiradoras, e incluso yo me he encontrado a mi misma en ese lugar alguna vez. Ese lugar algo monótono pero atractivo e interesante, en el sabes perfectamente que no eres más que otra fanática, pero aún así dentro tuyo hay una pequeña esperanza, tan mínima que es casi imperceptible. Todos sabemos que es así.

Todas ellas, o al menos la gran mayoría, tenían esa pequeña vocesita dentro suyo que les susurraba de vez en cuando que a lo mejor tenían una chance con Ashton.

Y luego estaba yo, en medio de todas esas mínimas gotas de esperanza. La chica que sí había tenido su chance.

La chica que, sin embargo, no conocía muy bien las canciones de la banda ni el nombre de su álbum, si es que tenían uno. Apenas sabía los nombres de los integrantes o qué instrumentos tocaban.

Era muy incómodo estar ahí. Por un momento sentí que estaba comenzando a ocupar el lugar de alguna de ellas, quienes probablemente se lo merecían más que yo. Ese fue un pensamiento horrorosamente desalentador.

Intenté concentrar mi atención en otra cosa. En Ashton, por ejemplo, que se veía aún más atractivo de lo normal detrás de la batería. Se encontraba más que enfocado en su música, sus labios presionando el uno contra el otro, y sus ojos siguiendo los movimientos de sus brazos atentamente. A veces miraba a sus compañeros, o cantaba alguna parte de la canción que tocaban, e incluso de vez en cuando se le escapaba alguna sonrisa al público.

No pude evitar pensar cuántas se habrán sentido afortunadas pensando que esa sonrisa estaba dirigida a ellas.

El recital duró 2 horas aproximadamente, y, mientras salíamos, lo único que se escuchaba entre la gran multitud era un constante murmullo de "¡Estuvieron excelentes!" mezclados con algún que otro "Los amo tanto, tanto".

Ashley estaba emocionada por demás, a un paso de hiperventilarse.

Ya estábamos cerca del auto cuando mi teléfono sonó. Entonces recordé que Ash quería verme luego del recital.