Mi dulce esclavo

Pasado: Primera parte

INDONESIA 

Indah tenía tan solo quince años a la hora de conocer a Joep. Socio de negocios de su padre a pesar de su corta edad. El muchacho de apenas dieciocho años ya era un gran empresario que estaba constantemente viajando entre Indonesia, Holanda, de donde provenía,  y Estado Unidos.

Fue amor a primera vista. De ello no cabía duda alguna. El joven tenia hermosos ojos dorados, dulces cual miel, cabello castaño y piel clara como la nieve . Todo un autentico Galán.

Por aquel tiempo el había venido a quedarse en casa de los padres y de la joven Indah. según las tradiciones de aquel momento ella debía servir al invitado, y aunque esto era algo que jamás le gusto a la chica, aquel no fue nunca cualquier invitado.

Indah era hermosa. tenia unos increíbles ojos verdes, muy poco usuales para su procedencia y aquello solo la hacia lucir mil veces mas hermosa . Su piel era tostada, sus labios carnosos y sus rasgos asiáticos eran elegantes a la par de dulces.

Tan solo estuvo un mes en aquella casa, en ningún momento hubo ningún tipo de relación entre ellos mucho mas allá de aquellas sonrisas y miradas que ambos negaban fueran lo que esperaban ser.

Cuatro años después y debido a negocios el chico volvió al país asiático. 

Al entrar en aquel gran edificio de la familia no pudo evitar recordar a aquella preciosa chica, la cual no se había podido sacar de su mente desde el día en que supo que volvería a viajar a aquel hermoso destino visitado años atrás. Y allí estaba ella, justo delante de sus ojos pero había algo diferente. Ya no era una niña, aquellos años le habían sentado tan bien, era hermosa, aun más hermosa si es que aquello era posible. No pudo evitar aquel impulso, ninguno de los dos pudieron evitar aquel intenso y furtivo abrazo en el que ambos se vieron envueltos. si aquel sentimiento no era amor, no sabemos que podría serlo.

Los negocios salieron adelante con los padres de la joven y a medida que los días pasaban ellos, ahora adultos ambos, dieron rienda suelta a sus emociones y sentimientos.

Fue un amor sin igual. Uno limpio y puro. bendecido por ambas familias, consentido y celebrado.

Fue un catorce de Mayo del año siguiente el día en que sus vidas quedaron enlazadas en una hermosa y elegante boda. Ella con el traje típico de su país y él también . 

Poco después de su unión matrimonial ambos viajaron a Estados Unidos para comenzar una vida en común, un lugar al que llamar hogar y formar su propia familia.

Un año después nacían sus primeros hijos Danna y Magnus . Eran unos mellizos preciosos, tan distintos entre sí y a la vez tan iguales. Él tenia unos hermosos ojos heredados de ambos padres, miel con menta, dorado y verde en una preciosa y mágica fusión. Ella era la viva imagen de su padre, sus ojos, su color de piel. Ambos niños hermosos y amados.

La familia gozaba de felicidad infinita, el amor que unió a ambos progenitores crecía junto a sus pequeños.