-Capitulo 16-

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A Ally le extrañó que el lunes Lauren no hubiera ido a la escuela. Tampoco la había llamado en todo el fin de semana, y cuando ella intentó comunicarse, la mamá le dijo que Lauren decía que estaba ocupada, que después la llamaba, cosa que nunca hizo.

Tampoco le contestaba los mails, así que esa misma tarde, fue a verla. 

—No sé qué le pasa —le dijo la mamá—. Desde el sábado que está encerrada en el cuarto y no me deja entrar. Sale para comer, nada más. Fíjate si a vos te cuenta.

Ally golpeó la puerta del cuarto de Lauren.

—Estoy bien, no me pasa nada. No jodas—contestó.

Lauren automáticamente, creyendo que, otra vez, era su mamá.

 —Me alegro mucho —dijo Ally—. Abrime. 

—¿A qué viniste? —preguntó Lauren sin hacerle caso. 

—Te traje un poco de cianuro. Capaz que te ayuda. Dale, abrí, Laur. No te hagas la estrecha. 

—Pará, ya voy.

Lauren tardó un rato en abrir la puerta. Tenía montones de papeles desparramados. Se había pasado dos días dibujando. 

—Por mí no te pongas perfume —decía Ally desde afuera.

Por fin, Lauren abrió. 

—¿Qué te pasa? ¿Qué raye te agarró? —preguntó Ally cuando entró y vio el cuarto, que si bien ya no tenía papeles, estaba mucho peor que de costumbre. 

—Nada. No tenía ganas de salir. ¿Es tan grave eso? — trató de zafar Lauren. 

—Lo que quiero saber es por qué. 

—Por nada. Si viniste a hacerme preguntas, ya te podes ir yendo, porque no te pienso contestar. 

—Me emociona tu hospitalidad.

Ally, por supuesto, no se fue, aunque sí siguió el consejo de Lauren y no hizo más preguntas.

Lauren, sola, después de un rato largo, mientras escuchaban música, le dijo: 

—Corté con Luciérnaga. 

—¿Cómo que cortaste? ¿Estaban saliendo? —se sorprendió Ally.

—No, Ally. Corté la amistad, corté de chatear. Corté. 

—¿Se pelearon? 

—No, para nada.

 —¿Te aburriste? 

—Al contrario. 

—¿Te hizo algo? ¡Hablá, ¡Lauren!, ¡por favor te lo pido!

Lauren le contó su última conversación con Luciérnaga y Ally empezó a saltar por el cuarto.

 —¡No podes ser tan idiota! —le decía—. ¡La chica te dice que cortó con el novio y vos le decís que no la queres ver más, justo ahora! 

—No tiene nada que ver. No da para más. Más adelante, a lo mejor... 

—¿Más adelante cuándo? 

—Vos sabés, con la operación... 

—Más adelante ella va estar casada y con hijos. Sos una tarada sin remedio.

 —Pará un poquito —la frenó Lauren—. ¿No eras vos la que decía que era mejor cortarla, que el golpe contra la pared, que iba a terminar mal y no sé cuántas cosas más?

 —No... 

—¡¿No?!... —se sorprendió Lauren. 

—Bueno, sí, pero yo lo único que quería era evitar que te pusieras mal. ¡Y mirá como estás! Das lástima. 

Superando Obstáculos; CamrenWhere stories live. Discover now