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Estoy a tiempo. Llevo puesta una bata levantadora y no sé con qué vestirme hoy.  Reviso el armario con la mirada, escarbando mentalmente entre los montoncitos apilados de ropa. Finalmente escojo una camisa negra de botones junto con una falda campana que me llega hasta las rodillas.  Me observo al espejo, mi cabello rojo y largo cae sobre mi espalda como un río. El color de la prenda que llevo puesta hace contraste con el fuego de mi pelo, y me recuerda a las laderas de un volcán cálido. Me desnudo frente al gran cristal revelador que está en la pared, el único mensaje que alcanzo a captar ante la construcción entera de mi anatomía es un susurro pobre... que no alcanza a complacer los estándares necesarios que logren despertarme los vivaces sentires de enaltecimiento y satisfacción tan característicos del ego juvenil. Aquí no puedo ver más que carne insípida. Comienzo a maquillarme, así me doy un poco de color.

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Las casas y edificios a mi alrededor tienen ese aire de antigüedad mezclado, podría decir incluso que a la fuerza, con la arquitectura moderna. El sol está en su cenit, afortunadamente no soy una persona que tenga preferencias por un clima o por otro, en realidad, me tiene tan sin cuidado que no importaría si hace el mejor día del año o la peor ventisca de la historia, mi vida continuaría con suma normalidad. Mi destino no está lejos, caminar es la opción más viable para llegar. 

En cuanto llego a la universidad, me encuentro con una edificación grande y blanca, llena de ventanas. No dudo en entrar, los pasillos están repletos de gente, no tardo en divisar una lista de horarios pegados a un tablero de corcho. Entre tanta gente extraña solo logro reconocer a un rostro, y ahí finaliza mi día de serena alegría.  Aquella chica de cabello colorido lleva unos rizos que encogen el largo real de su melena. 
Estoy segura, pues tengo grabada en la memoria su imagen al natural. ¿Pero como han llegado estas apreciaciones a mi? ¿Que hago yo fijandome en si su pelo está más corto o más largo? quiero decir... ¿Por que me importaría algo tan nimio e indiferente para conmigo?  
Suspiro y me reprendo fugazmente restándole importancia al asunto. O mejor dicho, poniéndolo en donde debe estar. Vuelvo la mirada a la tabla de horarios y busco el mío. 

Confidentes [EDITANDO]Where stories live. Discover now