Capítulo 18.

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Min Ho observaba el sobre blanco con el sello del laboratorio en donde habían hecho el examen de paternidad acerca de los bebés y ahora a diferencia de antes creía no necesitar de ese papel para intentarlo con Taemin, porque ya no importaba si eran sus hijos o los de alguien más, pero tampoco quería encontrarse con la sorpresa de que su esposo lo engañaba, porque eso significaría si esos bebés no eran de él, pero intentarlo otra vez con Lee significaba que ya no deberían haber amantes ahora y él confiaba en que fuera de esa manera, y por eso dudaba en comprobar que los bebés eran de él.

Escuchó los golpes en la puerta y volvió su mirada a ésta, diciendo a la persona al otro lado que podía entrar, viendo a Taemin ingresar con algo de dificultad con lo que suponía debería ser su desayuno, le regaló una sonrisa y dejó el sobre en la cama para acercarse y ayudarle a su esposo con el desayuno, se sentó en la cama otra vez viendo a Lee sonreírle como agradecimiento por la ayuda, parecían las cosas ir bien entre ellos desde la última conversación y todo poco a poco iba volviendo a ser como cuando se recién se casaron o al menos así lo sentía Choi ese tiempo tan corto que llevaban, una semana no era nada para determinar si iban a funcionar como una pareja, y más si al final Taemin dijo que él no quería ir a terapia de pareja, que quería que lo intentasen juntos y si veían que las cosas no surgían que intentasen con la terapia, para al final si nada resultaba optar por la separación, porque Lee fue muy claro en eso, será su última oportunidad y los dos lo sabían.

Vio a Taemin sentarse a su lado y tomó la bandeja de comida de sus manos para colocarla en la cama, girándose hacia él con todavía con aquella sonrisa que le decía que estaba orgulloso de haber preparado el desayuno y casi como si le dijera que le había ganado en estar en la cocina, al menos por el fin de semana porque Choi era quien había estado preparando los desayunos antes de que Taemin lograse despertar, pero había visto el esfuerzo de su esposo cuando las visitas en el instituto volvieron a ser frecuentes y ahora todos los profesores ya sabía que Lee era su esposo y que estaba embarazado, que serían padres y no fue Taemin quien les dijo que era así, sino que fue el mismo Min Ho, aunque eso no debería ser algo que a ellos les importase, porque escuchó que eran muy jóvenes para haberse casado y esperar dos hijos, pero Choi sólo ignoró ese tipo de comentarios, qué importaba si Taemin tenía veintitrés años y él pronto cumpliría veinticinco, esa era su vida personal y si les dijo que Lee era su esposo fue por la frecuencia con la que estaba apareciendo en el instituto no para que los juzgaran.

—¿Son los resultados? —inquirió Taemin tomando el sobre blanco con el sello del laboratorio, él sabía que los resultados iban a ser entregados el día anterior y Min Ho pasaría por ellos, pero pensó que su esposo los iba a leer en el momento que le fueran entregados, pero ahora tenía el sobre completamente cerrado en sus manos.

—Sí —respondió tomando la taza de café con leche y bebió un poco.

—¿Por qué no los has abierto?

Choi se encogió de hombros porque no sabía cómo decirle que dudaba en querer saber si los bebés eran de él o de alguien más, no quería ofender a Taemin de esa manera, no cuando estaban tomándose una oportunidad en la que sólo estaban teniendo sus inicios, porque continuaban durmiendo separados, y sus muestras de afecto más íntimas llegan a ser besos en la frente o la mejilla, una sonrisa cuando se saludaban en las mañanas o cuando Min Ho llegaba de su trabajo, encontrándose con que Taemin había elegido la comida de ese día y la pidió a domicilio, en unos pocos días recibía un mensaje de texto preguntándole por lo que él quería comer, pero estaba bien con las elecciones de su esposo, siempre y cuando no tuvieran que ver con el postre ya que a Lee le gustaban dulces demasiado extraños por las combinaciones que hacía.

—Lo haremos en otro momento.

Taemin asintió, él no necesitaba ver los resultados para saber que sus bebés eran hijos de su esposo, pero era su decisión, sólo Min Ho necesitaba ver los resultados, y al menos sabía que eso no iba a causar ningún problema entre ellos porque sus hijos eran de su esposo. También tomó su taza de leche con chocolate, ya que el café le fue prohibido por el doctor y desayunaron en silencio en la habitación del profesor, pensando en si era el momento de decirle a su esposo que la cita médica estaba programada para el día siguiente cuando él saliera de su trabajo, aunque también podría intentar cambiarla y acordar un día con Choi, porque en ésta ocasión no iba a prohibirle ver a sus hijos y todo ese proceso del embarazo, porque ya no tenía nada que ocultar.

MentirasOù les histoires vivent. Découvrez maintenant