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No podía ser cierto. Era la tercera vez que Clara me contaba lo que había sucedido: Una chica me escribía notas, esa chica estaba enamorada de mi, esa chica vino el hospital para ayudarme y finalmente esa chica fue atropellada frente al hospital. Fue atropellada por mi culpa.

No me podía estar pasando esto otra vez.
Con miedo caminé hasta la que habitación donde Fran se encontraba. Llevaba dos días en coma y aunque todos decían que se recuperaría, yo no podía parar de pensar en las muchas veces que me habían dicho lo mismo sobre Rocio.
Al entrar en la habitación casi me derrumbo. Estaba toda llena de tubos que incorporaban o extraían líquidos de su cuerpo. En una de las mesitas había una flor ya marchita. En el único sillón se encontraba una mujer rubia dormida. No tenía ningún parecido con Fran pero le daba la mano con un afán protector como si fuera su madre.
A los pies de la camilla había un pequeño mueble donde había una hoja con los datos de Francisca y la ropa que llevaba el día del accidente. A un lado había también una pequeña agenda que en la portada se podía leer con una letra cursiva "Sebastian Turner".
Sentí que el mundo se detuvo y con un poco de temor me acerque a la agenda.
En ese momento la mujer que se encontraba en el sillón comenzó a moverse y con el miedo de que se despertara y me viera ahí observándolas huí de la habitación con la agenda en la mano.
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Los secretos van a comenzar a salir a la luz.
Tan tan taaaaaaaan

Sebastian TurnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora