XIX

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(Pov. Pesho )

El Nico y el Jaime se había encerrado en la pieza de visitas, todos notamos para que y creo que estábamos contentos.

-Al fin amor y puro amor entre esos culiaos -dije.

-Igual complicah la huea -dijo el Edgar- se cagaron con cuántica al Naiko.

-Esta huea no puede salir de acá, decirle le corresponde al Nico no más -dijo el Bestia el cual estaba junto a mí.

-Ah hueon, es obvio que Naiko sabe que el Nico siempre estuvo enamorado del Jaime...encuentro que ya debe de tenerlo asumido -dije pegando una calada a mi cigarro.

-Si pero no por eso no deja de ser penca la huea para él...me da penita -dijo el Edgar.

-Conchetumare hueon -dijo el Óscar- vamos a acostarnos, estos hueones están metale dando de aquí oigo la pobre camita rechinar.

-Yo quiero dormir en camita eso sí -dije mirando de manera disimulada al Bestia.

Una leve sonrisa brotó en sus labios.

-Ya tortolitos, ustedes duermen el sillón -dijo el dueño de casa- el Pesho y yo vamos a dormir en mi pieza.

Al entrar en la pieza del Bestia sentí como su mano se entrelazo con la mía.

-Óscar -susurré en la oscuridad de la habitación.

-Sshhh -dijo tan cerca de mi boca que sentí su respiración tibia.

Mi espalda chocaba contra la puerta y sentía que todo acabaría en lo de siempre.
Estaba decidido a decirle al Bestia lo que realmente sentía por él pero nuevamente nos estábamos dejando llevar por la calentura, la cochina y vulgar calentura.

-No...Óscar -dije deteniendo sus labios con mis dedos.

-¿No queri? -dijo en un susurro.

Una carcajada se me escapo.

-No, no es eso, obvio que quiero comerte a besos pero...

-¿Pero?

-No quiero seguir con esto...con esta relación de "culiamigos".

Sentí como la respiración tranquila del Bestia se corto.

-¿Hice algo? -su voz temblaba.

-No es eso...es que....

¿Por qué me costaba tanto decirle que lo amaba?

-Te gusta alguien...

-Si, por así decirlo...

Era el momento tenía que abrir la boca para que las palabras que tanto guardaba en la boca de mi estomago salieran al fin.

-Óscar yo te- pero en ese mismo instante el Bestia me interrumpió.

-Te amo -dijo con un hilo de voz luego de un sorbeteo de moco que me dio demasiada ternura- Por  favor quedare conmigo...siempre te he amado.
Nota de autora: un rico y sensual sorbeteo de mocos.

Quedé sorprendido.
¿Siempre me ha amado?
¿Ósea que mi estupido plan de culiamigos para acercarme a él fue un acto sin sentido?
Una carcajada se me escapo mientras mis ojos se llenaban de lagrimas.

-Yo también te amo -dije tomando su rostro con mis dos manos y dándole un piquito en los labios.

-¿Qué?

-También siempre te ame, de hecho lo de los culiamigos fue mi plan para estar contigo.

Óscar soltó una hermosa carcajada mientras limpiaba su rostro.

-Ooooh la huea imbecil, somos unos idiotas.

-Si.

Sus labios se juntaron los los míos en un lento y dulce beso.

-Te amo -dije sobre su boca.

-Yo más.

Y por fin, por fin las palabras que tanto me costaron decir, la frase  que estaba atrapada como daga  en mi corazón salió.
Te amo.

¿Y si doy un besito? ~JAINICO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora