Capítulo 9: Quería darte una sorpresa.

758 85 20
                                    

Algodón trepaba por las estanterías repletas de libros que tenía Mía en la habitación. Ese pequeño gato había mejorado de forma impresionante. Emilia se había pasado toda la tarde del sábado ayudando a su madre, y ahora, después de tres días, estaba totalmente libre para llevar todas sus pertenencias a su nuevo piso de estudiante. La diminuta bola de pelo, se iría con ella para su habitación, pues no iba a dejarlo en casa de sus padres, ya que le había cogido demasiado cariño.

-Mía, te he traído una manta para Algodón. Seguro que en ese piso de estudiantes hace mucho frío.

-Gracias papá, por pensar en mí.- Dijo ella sarcástica.

-Bueno mujer, tu sabes comprar cosas, el pobre gato no. - Hugo, su padre, le hablaba divertido, pues sabía que Mía a pesar de todo, se lo tomaba en broma.

Le ayudó a empaquetar varias cosas mientras Bárbara las metía en una caja, y Lucas, las bajaba para dejarlas dentro de una furgoneta.

La familia Gutiérrez, tendría la casa "vacía de hijos" durante la semana, ya que los dos hermanos necesitaban mudarse, Mía por la universidad, y Lucas por su trabajo, aunque éste ya hacía dos años que vivía en aquel piso con Ciro.

Lucas conducía la camioneta que le había prestado Jose, un compañero suyo de la oficina, para que Mía pudiese llevar todas sus pertenencias a su nueva habitación y así no tener que hacer varios viajes en el coche de él.

Una vez que trasladaron todo al piso y ayudaron a Mía a ordenar algunas de sus cosas, se acercaron a por las cosas de Irene, que no tenía transporte para llevar sus maletas, y llamar a una empresa de mudanzas le saldría demasiado caro para el sueldo que tenía ella trabajando los fines de semana en una cafetería.

Claudia y Uriel, sus nuevos compañeros, eran muy extrovertidos y habladores, por lo que tuvieron a los padres de Mía y a Lucas un buen rato sentados en el sofá, enmarañándolos en una charla informativa.

-Cuando me mudé aquí, y todavía no tenía demasiada confianza con Uriel, me daba corte hablarle, pero al final, acabamos llevándonos genial. Luego Uri me dijo que era gay, y ya nos hicimos inseparables. Seguro que con Mía y con Irene, nos pasa lo mismo.- Hablaba una Claudia muy agradable.

-Somos super majos y estoy seguro que nos irá bien. Lo único malo es que todavía tenemos una habitación libre y a saber quien se la queda... Espero que sea un chico.- Dijo Uriel soñador, suspirando como si fuese un adolescente enamorado.

Después de conversar, Bárbara, Hugo y Lucas, se marcharon dejando que las chicas y Algodón, se instalaran ya en su nuevo piso.

-Mía, viviendo aquí estás más cerca del piso de Angelo. Antes estabais a más de media hora.

-Sí. Vive a dos calles abajo. Es lo bueno de que mi hermano nos encontrara este lugar. Lucas y Carlo también viven bastante cerca.

-Lo de Lucas está bien, lo del "Cardo"... ¡Oh por Dios! Sería mejor que volviera a Italia.

-El día que Carlo regrese a Italia, tú irás con él. ¡Seguro!

-¿Me ves cara de querer aguantarlo más de lo que me veo obligada? A veces me parece mentira que tenga 27 años. Es insufrible, maleducado, insoportable, metedizo, malhablado y nada caballeroso. ¿Sigues pensando en que me iría con él a Italia? Estás loca si es así.

-¡Vale! Me quedó claro que aunque fuese el último hombre de la tierra, no te acercarías a él.

-Bien, lo has pillado.

Entre mudanzas, paseos por el nuevo barrio y preparar las cosas para clase, los días pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Era miércoles, y Angelo y Lucas, habían quedado para zanjar esa charla que tenían pendiente.

Prometo volver... A quererte (Prometo #1) #Mundoawards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora