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Capítulo 20.

Tyler Everly

No podía creer lo que mis ojos veían, no importaba cuánto tiempo tuviera para prepararme, no estaba listo, no podía ser real, verla ahí, su piel pálida, su cabello sin brillo, sus labios ya no eran color rosa, sus mejillas no estaban sonrojadas, sus hermosos ojos grises estaban cerrados, no volvería a verlos jamás.

No estaba listo.

Toda mi familia estaba ahí, Adeline sostenía a Mike, estaba devastado, esto lo afectaba tanto como a mí, no queríamos perderla, no tenía que ser así. Todos lloraban, pero yo no podía hacerlo, me dolía como a nadie, pero algo dentro de mí no aceptaba esto.

-Debe irse- Kyle, apretó mis hombros, solo asentí, vi cómo se llevaban la caja con su pequeño cuerpo, nunca fue muy alta, pero era perfecta- debes venir con nosotros.

-No lo haré- respondí tajante, cómo es obvio no respondió, y se fue, detrás de su familia.

Me quede solo, en la casa que antes perteneció a mis padres, no mudamos aquí hace 16 años, cuando mi pequeña Emily era tan solo una bebé de dos años, la casa siempre fue alegre con dos pequeños corriendo y jugueteando, nunca les importó que Emma los reprendiera por ensuciar todo, ya que su abuela después jugaba con ellos y terminaba igual de sucia que sus dos pequeños ángeles, no había nada que mi Emma no hiciera por nuestros nietos. Pero ahora nada eso importaba, la habíamos perdido, y sin ella, esta casa no sería la misma.

No tenía noción del tiempo trascurrido, la puerta de la casa se abrió sin aviso, pensé que se trataba de mi familia, pero me sorprendí al escuchar esa voz femenina.

-¿Familia?- apareció en mi campo de visión, tenía el ceño fruncido, miró todo a su alrededor, las coronas de flores, las fotografías, todo, hasta que los ojos grises de Emma dieron conmigo- No es verdad.

Y no lo era, no eran sus ojos, no era Emma, vi cómo la respiración de la hermosa niña de ojos grises se aceleraba, no la había visto desde hace un día, pero ahora solo podía verla como una niña de dos años, que intentaba contener las lágrimas al darse cuenta que su helado favorito estaba esparcido en el suelo.

Emily.

Mi preciosa nieta, la que poseía la mirada de mi Emma, di un pasó al frente para estar más cerca de esos ojitos grises llenos de lágrimas. Tomé su rostro entre mis manos, sentí mi corazón latir con fuerza.

-Dime que no es real- susurró, cerré los ojos, no quería romper su corazón- abuelo, por favor.

-Lo siento mi amor- al abrir los ojos de nuevo, por las mejillas de la chica ya corrían lágrimas gruesas, de dolor, intenté limpiarlas, pero ella se alejó.

-¿Qué sucedió?- preguntó con hilo de voz.

-Tu abuela- tomé una respiración, esto no era fácil- tenía cáncer- sabía que ella estaba por decir algo- y no mi amor, no podía salvarla, ella no quería que la salvara, perdóname amor.

-¿Por qué no me lo dijiste?- mi corazón se partía en dos, sabía que no era bueno mentir, pero no tuve otra opción.

-Emy- la voz de Mike nos sacó del trance en el que nos habíamos sumido, sin saberlo, su hermana volteo a verlo, a ver a toda su familia vestida de negro, por la muerte de su abuela.

-¿Todos lo sabían?- no respondieron, el mayor de los dos se acercó- ¿Lo sabías, Mike?- intentó tomar su mano ella se apartó.

-Lo descubrí hace unos días, no quería...

FriendzoneWhere stories live. Discover now