Trillizos

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Steve sentía lagrimas que ardían por salir de sus ojos, en qué momento todo se había jodido tanto, los bebes estaban sanos, pero Tony no lo estaba, su cuerpo no estaba hecho para un embarazo múltiple, y shock del parto prematuro, paso un factura muy cara en su fisionomía. Desde ese día un mes había pasado su trillizos estaban llenos de vida y Tony, cada día parecía que esta lo abandonaba, Banner había dicho que lo que necesitaba era reposo absoluto, el hombre trabajaba día y noche en alguna variación del suero de súper soldado, no había funcionado hasta el momento.

Por eso se tomo este segundo de respiro, su pecho ardía, parecía que con cada suspiro menos de su amado, su corazón dolía mas y mas; no sabía que iba a ser de él, no podía perder a Tony, en determinación se puso de pie y siguió su camino hasta la habitación de los bebes.

Cada vez se le hacía más difícil entrar en esa habitación, como dije, sus bebes eran la causa de que Tony estuviera así, los amaba no había duda, pero había un pequeño resentimiento, que egoísta y era, y pensar que era llamado un icono de la rectitud, la verdad, que montón de mentiras. Vio las tres pequeñas cunas y se sintió impotente, sus amigos lo habían obligado a cumplir su papel de padre cuando dijo que si Tony perecía, no se haría cargo de los bebes. Aun estaba seguro de esa decisión, los niños eran una copia del hombre que amaba y no podría soportarlo, si lo perdía, no lo soportaría.

Las lagrimas descendieron cuando vio al pequeño Bruce gimoteando, era el más callado y el más delicado de los tres bebes, aunque algo le doliera, no lloraba, verlo fruncir el ceño era lo más cercano al llanto. Levanto el bultito y lo cargo entre sus brazos, el sabia que es lo que deseaba el bebe, camino y paso por la puerta que conectaba ambos cuartos, hay estaba Tony, el hombre dormía, ahora casi siempre lo hacía, acomodo a Bruce cerca del pecho del moreno que estaba en posición fetal.

Steve – abriendo sus ojos

Shhhh Bruce quería estar contigo – acariciando el cabello castaño

Tráelos a todos o quiere que en diez minutos estén llorando en coro – sonriendo

Oh. Por supuesto que no deseaba eso, en silencio volvió hacer el recorrido con sus otros dos hijos, teniendo a los cuatro acomodados en la gran cama. Se dispuso a ocupar su lugar en un sofá en la esquina de la habitación.

No – dijo Tony – Ven tú también

Steve lo hizo sin cuestionar, se hundió en la cama dejando a los trillizos en medio de ellos dos.

Desde que supe que estaba esperando, soñaba con esto –

Enserio – dijo el rubio arqueando una ceja – Acaso sabias que eran tres lo que esperabas

Tony soltó una risita complicidad – No, pero mi sueño era ser padre de tres

Bueno Steve no estaba seguro si el había sonado alguna vez con esta situación, pero estaba tan agradecido de estarla viviendo, quedo viendo a Tony hasta que sus ojos se pusieron pesados y quedo profundamente dormido.

Tony suspiro cansado, amado a todos estos chicos, era la luz de su vida, pero la luz que le daba vida a él, se extinguía y no había manera de repararla.

Jarvis, a la carta que escribí agrégale una foto –

Cuál es la que desea Señor

Una de este preciado momento – coloco su cabeza en la almohada y se entrego al sueño, uno del cual no despertaría

-♦♦♦-

Steve despertó llorando, que es lo que había soñado, el no quería eso para su vida, tenía que decirle a Tony que lo amaba, estaba asustado y desorientado y fue cuando se percato que Tony aun dormía a su lado y que su redondo estomago estaba presente, acaso había soñado todo. Desde su encuentro con Bucky. Si era asi, no saldría a la ciudad solo, hasta que sus hijos nacieran.

Entoncesesperaban Trillizos y no gemelos – poso la mano sobre el estomago de Steven y sintiócomo sus bebes pateaban y un frio le recorrió el cuello – Es un secreto. 

Despues de San ValentinWhere stories live. Discover now