25.No aguanto las ganas de verte.

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Después de pagar el vestido recorrimos unas diez tiendas para Pat, él era muy inseguro con la ropa y cuidaba mucho su estética. Mientras se probaba unos jeans yo lo esperaba detrás de las cortinas del probador.

Sonó mi teléfono, descolgué.

-. ¿Qué quieres? –contesté nerviosa.

-. ¡Por fin escucho la voz que me hace enloquecer! –rió Max detrás de la línea.

-. Deberías de dejar de mandarme mensajes y llamarme, por favor Max.

Pat sacó su cabeza de las cortinas y me miró con asombro y yo volví a cerrar la cortina.

-. Helen no puedo dejar de hablarte hasta que no me digas lo que sientes. –su voz sonó seria.

-. ¿Diga lo que te diga me vas a dejar de molestar? –mis manos comenzaron a temblar.

-. Si eso es lo que quieres sí, pero antes dime lo que sientes por mí. Luego te dejaré marchar aunque me duela.

-. Está bien, hablemos entonces.

-. Prefiero que nos veamos, ¿paso a buscarte? Me dijo Diego que estabas con Pat.

-. Sí, bueno estoy en el centro comercial, cuando Pat se marche te llamo y vienes para acá.

-. Mejor voy ya, no aguanto las ganas de verte pequeña, te espero en la puerta principal en mi coche.

-. ¡Tú siempre tan impaciente! –reí.

-. Cuando se trata de ti me falta tiempo y me sobran ganas cariño.

-. Adiós Maximiliano, te veo luego. –colgué.

Pat abrió las cortinas del probador y me metió dentro con él.

-. Pat aquí no, nos pueden ver. –dije irónica y el no pudo evitar reírse.

-. Un día de estos tendré que probarte Len, por lo que se ve a los Brummers les encantas –rió y yo le di un golpe en el estómago.

-. Me voy Pat, siento dejarte plantado pero Max me espera fuera.

-. Lo he escuchado todo, ten cuidado Len. –acarició mi mejilla y besó mi frente- No quiero que sufras. Cuando termines de hablar con Max si quieres puedes venir a mi casa y me cuentas.

-. Lo haré –sonreí. –Te veo luego.

Le di dos besos y me marché a la puerta principal donde me estaba esperando Max en su coche, me senté en el sitio del copiloto.

-. No has tardado nada. –sonreí al ver su sonrisa.

-. Cuando te hablé ya estaba aquí. –rió y se inclinó hacia mí. - ¿Ni un besito ni nada? –puso cara triste.

-. Sólo uno.

Me acerqué a su mejilla y el me agarró la barbilla haciendo que el beso fuera en los labios.

Me sentí tan bien cuando me besó, las mariposas en mi estómago tenían montada una party hard, y un escalofrío recorrió mi espalda.

Nos separamos y no dijimos nada más, el condujo hasta su apartamento.

El silencio era el protagonista entre nosotros, llegamos al departamento y entramos.

-. Por fin te tengo aquí conmigo. –me abrazó por la espalda.

-. Max… -susurré.

-. ¿mmm? –comenzó a besar mi cuello.

-. Max para, sólo hemos venido a hablar. –me giré quedando frente a él.

-. Está bien, ven siéntate.

Caminamos al sofá donde comenzó todo y volvimos a sentarnos.

-. ¿Qué sientes por mí? –preguntó el con su mirada fija en mí.

-. ¿Y tú por mí? –pregunté nerviosa.

-. He preguntado yo primero. –sonrió.

-. Si te digo la verdad no lo sé Max, no sé lo que siento, no sé lo que quiero hacer con mi vida.

-. ¿Tampoco sabes lo que sientes por Diego? –se acercó más a mí.

¡Oh, claro que lo sabía! En estos momentos lo odiaba.

-. No. –bajé mi mirada.

-. ¿Entonces por qué te vas a casar Len? No lo entiendo.

-. No lo sé. –volví a decir.

-. ¿Cómo que no sabes? ¡Es una boda por dios! Se supone que estaréis juntos para toda la vida.

-. Precisamente eso es lo que me da miedo. –lo miré.

-. Entonces no te cases Len, sé que no amas a mi hermano. No te hagas daño. –agarró mi mejilla.

-. Max no quiero hablar sobre la boda, por favor. –recé para que mis lágrimas no comenzaran a caer.

-. Sólo espero que no te equivoques, hagas lo que hagas.

Me abrazó, me quedaría el resto de mi vida en sus brazos.

-. Ahora dime, ¿qué sientes por mi Max? –dije aún abrazada a él.

-. La verdad que no sé explicarlo Len, tienes algo que me obsesiona, sólo quiero estar contigo todo el día.

¡Qué casualidad! Yo sentía lo mismo.

-. ¿Por qué dejaste a Kate? –me daba miedo la respuesta.

-. Porque –hizo una pausa- la última vez que tuvimos sexo le susurré al oído diciéndole “Te quiero Helen”  -lo susurró en mi oído y de nuevo sentí descargas eléctricas en todo mi ser.

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¡Holaaaaa!

¡Qué feliz soy cada vez que leo un comentario vuestro! Os lo agradezco muchísimo, al igual que con los votos que ya pasamos de los 200!!! Y más de 2.5K visitados *__*

¡¡MUCHAS GRACIAS!!

AVISO: Como ya dije anteriormente, mañana probablemente no pueda subiros capítulo pues no estaré en casa hasta el sábado por la tarde. Además mañana tengo un examen bastante importante!

Intentaré dejar escrito esta noche un capitulo o al menos parte de el para que el sábado tengáis dosis extra!!

BESOS!! Y comenten por favor! Me encanta saber vuestra opinión :)

No Pretendo EnamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora