así el tiburón se enamora del pecesito (justin bieber)

capitulo 75

maraton (5/?)

Cαριтυlσ Ochєитα&Cιиcσ

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Tener a Justin aquí es más reconfortante de lo que imagine. Hace tan solo dos días que mi padre murió. He recibido el pésame de mucha gente, de toda la familia, pero ninguno realmente sabe lo que se siente, así que me fastidian con esos “todo pasará” “sé fuerte” y sobretodo “no sabes cuanto lo siento” me parece tan hipócrita, pues ellos en cuanto terminan de hablar conmigo siguen con sus vidas como si nada hubiese ocurrido.


Mi madre y mis abuelos apenas han tenido tiempo de pararse a llorar, pues han tenido que organizar el funeral, llamar a toda la vida y conseguir dinero para el ataúd, que es bastante costoso, así que cuando Justin se ofreció a poner la mitad del dinero, mi madre con vergüenza tuvo que aceptar, cuando le pregunte a Justin que como tenía tanto dinero, solo me respondió que vendió el coche que nos separo.


Así que ahora aquí estamos, en el cementerio, ha venido casi toda la familia, mis tíos, mis primos, mis abuelos por parte de mi madre y mis amigas. Yo no suelto ni una lagrima, realmente creo que ya no me quedan, no he hecho más que llorar, a pesar del consuelo que me han ofrecido todos. Yo solo lo necesito a él. Y maldita sea nunca más estará conmigo. Nadie tiene idea de cuanto duele perder un padre. El mejor padre del mundo que es lo que él era. Lo que él es.


Miro a mi alrededor y veo a mis abuelos devastados, mis primos y tíos más cercanos parecen bastantes afectados también, pero si tanto le quisiesen hubiesen venido a verle en todos esos días que estuvo hospitalizado o haberle ayudado con los problemas que tenía. Pero no. Esperan a que este muerto para venir diciendo que están “para lo que necesites”.


Nadie presta verdadera atención a lo que dice el cura, en realidad todos miramos el ataúd donde se encuentra mi padre, ese que están a punto de enterrar, de meter bajo tierra. Las lagrimas vuelven a mi y siento los brazos de mi madre abrazarme. Ella esta tan destruida como yo pero intenta mantener la calma.
Escucho como el padre termina de hablar y como algunos familiares se acercan a dejar una rosa para él, mi madre se acerca también dejándome en los brazos de Justin, que ha permanecido en todo momento allí a mi lado. Yo le miro, él parece afectado y bastante triste, pero sé que es porque le duele verme así.


Me acerco al ataúd y miro la pulsera que en mis quince él me regalo, sonrío al recordar la ilusión que me hizo que me la diera. Me la quito y la tiro en el ataúd, ahora quiero que la tengas tú, te amo. Pienso. Y aunque quizás lo vean tonto yo sé que él me esta escuchando. Me alejo un poco y es cuando se acercan a bajar el ataúd. Me lleno de miedo y me acerco corriendo.


- ¡No, papa! Papa, por favor- grito sin parar de llorar e intento lanzarme a la tumba pero unos brazos me lo impiden- no te vayas, papa- susurro por ultimo mientras siento como los brazos de Justin me rodean por la cintura y me alejan de allí. 
- Llévatela- escucho que susurro mi madre


Yo no forcejeo, solo me dejo llevar por Justin mientras sigo llorando. ¿Por qué? ¿es que no hay más gente a quien hacerle daño, eh? ¿Por qué tenía que morir? ¿Por qué él?. Justin me sienta en un banco, no estamos lejos de donde se celebra el funeral, pues de aquí veo como bajan el ataúd y sigo llorando. Justin se sienta a mi lado, no me toca, no intenta darme frases de ánimo ni me mira con lastima. Y se lo agradezco. Solo permanece allí, conmigo.