Ditti

Capítulo 1

Profundiza la paz....

Profundiza tu memoria...

que al guardar el sol en clave, mar y tierra derrumbarás...

Frases del cuervo

DITTI

Clare andaba por el jardín del castillo. Con sus pocos años de existencia, es decir, con tan solo cinco años: Corría, reía, sonreía, lloraba, se enfadaba, se preocupaba...

Su pelirroja melena descabellada, suelta y rizada, brillaba bajo una intensa luz solar que provenía desde el cielo. Sus ojos oscuros, pero brillantes, denotaban la emoción que sentía en ese mismo instante. Alegre por estar fuera del castillo, explorando y dando tumbos con su mejor amigo "imaginario": Sebastián.

Él tenía su misma edad, aunque su aspecto era distinto. Su cabello negro recogido en una coleta corta, acompañaba igualmente al cabello de Clare. Unos ojos verdes oscuros con un serio y atractivo destello, miraba de vez en cuando a su compañera.

Los dos llevaban una muda de un material muy exquisito.

Clare tenía puesto un vestido de color rojo con volantín. Y llevaba un collar de reloj, pero con ninguna foto dentro.

Sebastián que por su parte, llevaba puesto un traje de campo, limpio y reluciente y unos tirantes en forma de X que se enganchaban en los pantalones de color marrón. Una camisa larga y blanca, y dos zapatos de una suela muy gastada pero reluciente. En su mano izquierda llevaba pues, un anillo de plata que tenía al centro un círculo del mismo color.

Los dos reían y se comportaban como niños normales. Porque tal vez pensaran que con solo tocar el cielo, podrían estar al alcance de todas las estrellas del universo.

-"¡Ven y cógeme!"-Le gritó Sebastián.

Mientras tanto, él se alejaba del jardín y se iba directamente hacia la pradera que había en la esquina del jardín.

-"¡No te vayas!"-le consiguió decir justamente cuando paraba y se giraba hacia ella.

-"¡Tranquila ven!"

Pero Clare paró de andar y le dijo:

-"Volvamos."

Pero Sebastián se acercó a ella y le replicó:

-"Yo no puedo..."

-"Pues...hasta mañana Sebastián".-le contestó ella efusivamente y nuevamente se giró y se fue directamente hacia el castillo.

Entró y fue por las escaleras de caracol que conducía a su dormitorio.

Pero entonces oyó un ruido y vio una sombra pequeña por arriba de ella.

-"Miau..."

Era Halkosk, la mascota del castillo, a la que siempre le tuvo cariño desde que la vio por primera vez.

Halkosk se acercó a ella y le pasó con la cola el vestido, y Clare le dijo en voz baja:

-"Me tengo que ir, porque si no, me descubrirán..."

Halkosk obedeció y comprendió lo que quería decir Clare, dejándole pasar enseguida.

Clare subió y luego giró a la derecha que directamente conducía a su dormitorio en la tercera puerta de ese lado.