El amigo de mi hermano - Cameron Dallas

Veinticinco.

Fuimos al departamento de Cameron a preparar una fiesta de bienvenida. Mientras que Ángeles fue a buscarlo al hospital. Estaba casi toda la familia ayudando, mientras que Emilia y Pablo preparaba un cartel. 

Cameron (10:05)

Me dieron el alta, pensé que ibas a venir. 

Ana (10:08)

Si amor, perdón. Estoy haciendo unas cosas para el trabajo de mi mamá y me llevo más tiempo de lo que creía. 

Cameron (10:09)

Cuando puedas anda a casa. 

(visto 10:15)

Enseguida avise que ya estaban viniendo así que terminamos rápido con los últimos detalles. Jhon, Ángeles y su abuelo fueron a buscarlo. Ángeles nos aviso que estaban subiendo así que apagamos todo y nos fuimos a su habitación.

- ¿Qué es esto? - pregunto Cameron al ver un cartel que decía "BIENVENIDO". 

- Viste como es tu tía que quiere siempre hacer fiestas - dijo Ángeles. 

Emilia salio de la habitación. Me pare cerca de la puerta para escuchar bien. 

- ¿Emi? ¿que haces acá? - pregunto Cameron. 

- Bienvenido nene llorón - dijo ella - Vine a ver como estabas.

- Bien, me alegra mucho verte - contesto. 

- A mi también, me pone muy feliz saber que estás bien. Y siempre con esa sonrisa tan hermosa.

- BIENVENIDO - dijeron todos saliendo de la habitación. 

Me había quedado en la habitación, no salí hasta que el papel de novia celosa se me fuera. Otra vez sentí como la inseguridad y el miedo de perder a Cameron recorría mi cuerpo. 

- Vamos Ana - dijo Pablo entrando a la habitación. 

Cameron entro a la habitación, se quedo parado en la puerta mirándome. Seque rápido mis lagrimas y lo mire a los ojos, Pablo se fue enseguida. Cerro la puerta. Ninguno de los dos se movió del lugar que estaba, solo nos mirábamos.

Ahí estaba Cam, mi novio, después de estar mucho tiempo dormido. Lo extrañe mucho, más de lo normal. Aunque después que despertó lo veía no era lo mismo. Todavía seguía lastimado, y llevaba un bota ortopédica en uno de sus pies. 

Sentí el mismo escalofrío que sentí cuando mi hermano estaba en un hospital peleando por su vida. Sentí la misma distancia que tuve con Pablo cuando le dieron el alta, al ver que estaba bien, solo sentía la necesidad de alejarme de él. Cameron metió su mano en el bolsillo del pantalón. Levanto su mirada del suelo, humedeció sus labios  y rompió el silencio.

- Pensé que ibas a ser la primera en darme la bienvenida - dijo. 

- Si pasa que me quede acá preparando una ultimas cosas - mentí. 

- ¿Que te pasa? ¿No te alegra verme acá? - y se acerco despacio hacia mi. 

- Me pone muy contenta. En verdad estoy feliz de que estés acá y no en un hospital. Solo que yo no estoy bien - conteste. 

- Ana no sé a donde querer llegar. Que te pasa tampoco se, pero quiero que me mires a los ojos y escuches atentamente - dijo. Estaba serio, no sonreía como antes. No lo vi enojado, no lo estaba pero no era el Cameron de siempre - sé que habrá sido duro estar de tu lado y de mi familia. Yo no sentí nada, solo estaba dormido, y se que te habrá costado un montón, pero estoy acá. Con vos, afuera esta mi familia esperándome pero prefiero estar acá con vos ¿sabes porqué?

- No quiero que dejes a tu familia por mi - interrumpí.

- No Ana no estoy diciendo eso. Lo que quiero decir que vos sos la chica que elegí, la chica que quiero para que este conmigo. La que me acompañe a los eventos familiares, que entre de la mano conmigo. No importa cuantas veces tengas miedo de esta relación, ahí voy a estar yo para decirte que estas equivocada. Cuando vea que ya no hay retorno, ahí voy a dejar que seas libre. Mientras tanto, no pienso dejarte ir. 

Sentí como mis lagrimas recorrían mi rostro. Me sentía una estúpida por un momento, pero era lo que sentía, y estoy aprendiendo a no esconder mis sentimientos. Tengo miedo de perderlo, pero también tengo daño de lastimarlo. 

Cameron tomo de mi cintura, el sabía que eso solucionaba todo, con sus manos llevo mi cuerpo hacia el suyo. Levante la mirada y el me estaba mirando, me llevaba casi una cabeza. Le tome el rostro, lo admire por un rato. Sonrió. Otra gran manera de hacer que todos mis miedos, enojos, inseguridades se vayan al carajo, si total lo tenia a él frente mio sonriendo. 

- Perdón - le dije. 

Cameron me beso. 

Ese beso me llevo a nuestro primer beso. Ese beso que me dio cuando salíamos aquella noche del restauran, cuando estaba de traje y moño. Sentí mariposas en la panza, como si fuese mi primer beso. Su mano llevando un mechón de pelo a mi oreja y sintiendo una vez más sus labios sobre los míos. 

Esa noche, cuando se fueron todos, fuimos una vez más nosotros dos. Admire su cuerpo, su torso desnudo. Mi cuerpo sintió recorrer un fuego por dentro cuando beso mi cuello, cuando su mano recorría cada parte de mi cuerpo. 

Él y yo. Nadie más. 

A la mañana siguiente me prepare un café y me senté a disfrutar de la brisa en el balcón. Cameron estaba dormido y lo deje descansar. Cerraba mis ojos y recordaba cada segundo y minuto de la noche que tuvimos. Sonreía al recordar las veces que me decía cuanto me amaba al oído.

Abrí los ojos cuando Cameron me dio un beso en el cuello y puso sus manos sobre mis hombros. Gire la cabeza y ahí estaba también disfrutando de la brisa que corría. Cuando nuestras miradas se cruzaron, sonrió y me dio un beso. 

- Buenos días amor - dijo.

- Buenos días - conteste y me levante de la silla - ¿café?

- Un té mejor - sonrió. 

Fui hasta la cocina y mientras le preparaba un te, tocaron el timbre. Cameron entro al departamento y me quedo mirando. Dijo que no esperaba a nadie, dejo su celular sobre la mesada de la cocina y fue hasta la puerta. 

- ¿Quien es amor? - pregunte al ver que se quedo parado en la puerta. 

- Nadie amor - contesto y cerro la puerta - no era nadie. 

- ¿Como que nadie Cameron? Había un hombre parado en la puerta... - fui y abrí la puerta.

Un hombre alto, vestido casi todo de negro se encontraba parado en la puerta. En una de sus manos tenia un bolso y en la otra un sobre. 

- ¿A quien busca? - pregunte. 

- A mi hijo - contesto y miro hacia adentro - Hijo ¿no me vas a dejar pasar?