Capítulo 6: Llamame Niall.

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MARATÓN 2/2

Punto de vista de Annabeth

- De donde eres?.- Pregunto para romper el silencio. Si voy a ser ''suya'' por lo quedaba de noche, me gustaría saber algo de él.

Mi acompañante sonríe ampliamente sin apartar la vista de la carretera.

- Empezaré con mi nombre.

- Oh... No es James?.- Pregunto confundida.

- Ese es mi segundo nombre.

- Oh...

- Mi nombre es Niall.- Hizo una pausa.- Pero solo tu me puedes llamar Niall, entendido?

- Esta bien...- Dije un poco extrañada.- Y por qué solo puedo llamarte así?

- Larga historia.

- De donde eres?.- Vuelvo a preguntar.

- De Irlanda, especialmente de un pequeño pueblo del noreste.

- Y por qué viniste a Madrid?- Pregunto curiosa.

- Haces demasiadas preguntas.

El silencio vuelve a reinar en el coche.

- Hablas muy bien español.

- Gracias.- Dice con una sonrisa.

- A donde vamos?

- No se tu, pero yo, tengo hambre. Te apetece ir a comer algo y poder conocernos?

- Si.- Dije en un tono bastante bajo, casi susurrando.

El resto del camino fue en silencio.

Condujo hasta llegar un restaurante aparentemente lujoso.

Revisé mentalmente el dinero que llevaba. Unos 15eur. Espero que me llegue para ayudarle a pagar la cena.

Aparcó y él bajo rápidamente para abrirme la puerta.

Me ayudo a bajar cogiendo mi mano.

- Gracias.- Él me sonrío de vuelta.

Andamos por el aparcamiento hasta la puerta del restaurante, abrió pasando él antes y yo detrás suya. Mire hacia abajo y nuestras manos seguían entrelazadas.

 Hablaba con un camarero; bastante joven, podría tener veinte y tantos; mientras con su pulgar acariciaba mi mano. En mi estomago corría un enorme zoológico cuando él solamente me tocaba. El camarero nos acompañó a una mesa algo alejada de los demás comensales.

Me ayudo a sentarme  y él se puso justo enfrente mía. El camarero nos dio las cartas.

Abrí el menú y mis ojos se abrieron como platos, literalmente.

Un plato de comida no bajaba de los 20eur. Y eso era una pizza.

Suspire deseando encontrar algo suelto en mi monedero y bolso.

- No te preocupes si no traes suficiente, yo pagaré.- Dijo mi acompañante sin separar sus ojos de la carta.

- Pero.. eso sería un poco injusto.

- Por?.- Esta vez me miro y me levanto una ceja.

No me había dado cuenta que sus ojos eran azules como el cielo. Hermosos, los más hermosos que había visto en mi vida. Sus ojos se posaron en mi y me pusieron nerviosa.

- Bueno.... Me traes y encima tu pagas...No lo veo justo.- Dije lo más normal que pude. Mi voz temblaba.

- No sería un caballero de esa manera.- Y diciendo eso volvió su vista al menú.

ADN. (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora