Capítulo 17

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No voy a contarte una historia que ya conoces. Puesto que conoces el final, te resumiré los acontecimientos: los Vengadores ganaron a Ultrón, Pietro cayó en combate, Thor volvió a Asgard(no sin antes dejar clara una duda sobre el poder de teletransportación de Liah) , Tony y Clint se retiraron, oficialmente Liah, Wanda, Rodhes  y Sam Wilson se unieron a los Vengadores, el mundo le dio a Liah el nombre de Crystal por los extraños cristales parecidos al hielo que ocasionan sus poderes y a Wanda el de Bruja Escarlata, La "visión" de Thor también se incorporó al equipo con el dicho nombre. La mansión Vengadores a sido terminada, y los Vengadores se han trasladado allí. Desde Ultrón solo han pasado cinco meses.

—No tienes que hacer esto.— Dice Liah.
      —Tranquila, ya falta poco. Además, a tu hermano no es al único al que le preocupa lo que dijo Thor.— Añadió Banner anudando una cinta elástica en su brazo.
      —Lo sé, y yo también lo estoy pero no quiero preocuparme, ya tengo suficiente con... todo.
      El Doctor Banner insertó una aguja en el brazo de Liah, añadió un pequeño tubo a una manguera pequeña saliente de la aguja por la que descendió la sangre.
      —Lo sé,— Suspiró el Doctor. —pero no te preocupes, acabaré enseguida.
      »Ya está. Te enviaré los resultados, si encuentro algo te lo diré. Estaré un tiempo fuera, necesito un descanso.
      —Gracias. Y que tengas un buen viaje.— Añadió Liah bajando la manga de su camiseta.
      —Gracias. Adiós.
      —Adiós.

En ese momento el Capitán entró por la puerta y se despidió de Banner con un apretón de manos. Luego se acercó a Liah.
      —¿Todo bien?
      —Me encantaría decirte que sí, pero no lo sé, todavía.
      Liah se quedó mirando a la nada y Steve se cruzó de brazos.
      —¿Estás bien?
      Liah miró hacia arriba y dejó sus pensamientos de miedo atrás.
      —¿Eh? Sí, genial.
      —Si tú lo dices.— Añadió dudoso.
      Ella sonrío.
      —¿Por qué has venido?— El Capitán suspiró, soltó los brazos y siguió a Liah por el pasillo. —Estoy bien ¿Vale?— Dijo Liah parándose en el pasillo y volviéndose, aún con la chaqueta en la mano.
      —Te creo, pero estaba preocupado.— Él levantó las cejas tras la respuesta obvia.
      Liah se mordió el labio para ocultar la sonrisa.
      —¿Por qué todo el mundo piensa lo mismo?— Añadió Liah aún con la pequeña sonrisa irónica.
      —Liah...— Steve se acercó más a ella.
      —No, calla. Sé lo que vas a decir.— Añadió ella suspirando.
      —¿De verdad?— Dijo él bastante serio con un atisbo de sarcasmo.
      Se pusieron cara a cara. Él cerró fuerte la mandíbula.
      —Sí.— Se alejó.— Escucha, tengo suficiente con mi propia conciencia; no dejo de pensar en todo y si lo pienso aún más creo que voy a estallar.
      Steve retrocedió un par de pasos, miró al suelo y asintió.
      —Liah, aquello no fue culpa tuya.— No podría afirmar si aquella frase la había gritado.
      Liah suspiró y apartó la mirada con las manos en la cadera.
      —Por muchas veces que lo digas no va a cambiar nada.— A diferencia de él, esa frase casi era un susurro.
      —¡Liah!— La llamó Steve cuando salió por la puerta, pero dos segundos después ella desapareció en la escalera.

      Se me olvidó mencionar que a Liah es a la que más le afectó no poder salvar a todo el mundo en Sokovia. Ella intentó agarrar varios edificios pero su cuerpo no podía con tanto poder.

***

En la mansión Vengadores Liah entró desde el pasillo a la cocina con una nadadora blanca con un bolsillo sobre el pecho y unos pantalones cortos, agarró la cafetera y virtió su contenido en una taza celeste. Cuando se dio la vuelta, se fijó que Wanda estaba sentada al otro lado de la isla.
      —Bueno días.— Dijo Wanda.
      —Buenos días.
      Wanda agarraba una taza amarilla, llevaba una blusa suelta azul oculta bajo su chaqueta roja y unos pantis piratas marrones.
      —¿Dónde están los demás?
      —Sam y Rodhes están dormidos, y los demás entrenando.
      —¿Entrenando? ¿Qué hora es?
      —Las seis y media.
      —¿A qué hora se han levantado?— Liah se llevó la taza a los labios.
      —No sé si se han llegado a dormir.
      —¿Por qué no estás con ellos?
      —Acabo de levantarme.— Respondió Wanda como una adolescente.
       —Vale, perdona.— Contestó Liah riendo.

***

—Mueve las piernas. No te claves al suelo.
      —Llevas diciendo eso la última media hora y no ha cambiado nada.
      —Lo has dicho tú, no yo.
      —Ya muy gracioso.
      —¿Quieres parar?
      —No, una vez mas.

      Liah se acercó  Steve. Le dio con el antebrazo y él contrarrestó el golpe con el suyo. Aprovechó para cogerle el brazo y con un movimiento ágil se puso detrás de él, espalda con espalda y tiró de su brazo hacia abajo. El Capitán se vio obligado a bajar una rodilla.
      —¿Sabes? No te lo he dicho pero tienes un punto débil.
      —¿En serio? ¿Y cuál es?

      Steve interpuso el pie que tenía sobre el suelo entre los de Liah, y con ayuda del brazo que ella pensaba que tenía controlado, la lanzó boca arriba justo detrás de él.
      —El centro de gravedad.— Le aclaró mientras se levantaba, luego le ofreció la mano a Liah, quien la cogió después de un par de gimoteos.
      —Au.
      El Capitán se rió, se acercó a la mesa y le lanzó una botella de agua.
      —Esto es injusto, voy en desventaja.— Dijo ella antes de beber.
      —Mejor, así serás más buena cuando tengas ventaja.
      —Dicho así suena lógico, pero por ahora no me compensa.
      —Liah, ¿puedo hablar contigo?— Añadió el Capitán de repente después de una risa tornando muy serio, apoyado de brazos cruzados de espaldas a una mesa de cristal (como todo en aquella sala y la mayor arte de la casa—paredes, puertas, pantallas colgantes, etc.—). Liah le miró sorprendida y enseguida averiguó lo que quería.
      —Lo cierto es que no.— Respondió aparentemente​ enfadada y dio media vuelta.
      —Liah, espera.— Pero él no se movió. Sabía que no merecería la pena. Solo la pondría más nerviosa.

Crystal (Steve Rogers): Age Of UltronWhere stories live. Discover now