Capítulo 9

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Percy PoV:

Esta mañana desperté y un delicioso aroma llegó a mi nariz, abrí los ojos y descubrí que era Annie, que se durmió en los brazos. Sonreí al recordarlo.

Me quedé unos minutos mirando como un bobo a mi listilla, que luce aún más hermosa cuando duerme.

A eso de una media hora, mi estómago rugió, cosa que la despertó. Eso me hizo sentir feliz y enojado. Enojado porque ya no podría verla dormir, y feliz porque me dedicó una sonrisa muy bella.

Si lo sé, doy diabetes.

-Buenos días, mi hermosa listilla.- Se sonrojo un poco con mi comentario.

-Buenos días, mi guapo sesos de alga.- Solté una pequeña risa porque trató de seguirme el juego, pero mi apodo no suena tan bien como el de ella. -¿Tienes hambre? Tu estómago parece un León.-

-Siempre tengo hambre, a estar alturas ya deberías saberlo.- Soltó una carcajada, a la que no tardé en unirme.

-Bien.- Dijo levantándose, o por lo menos trató, porque la atraje de vuelta conmigo. -¡Hey! ¡Yo también quiero comida!-

-Luego, aún no me saludas como corresponde.-

-Pero te dije buenos días.-

-No me refería a eso.- Dije con una sonrisa pícara, ella se sonrojo un montón. -¿Entonces?-

-Tienes razón.-

Tomé su delicada cara entre mis manos, me acerqué lentamente a ella, y deposité un tierno beso en sus labios, que ella respondió gustosa y sin dudarlo.

Como nada en esta vida puede ser perfecto, y mucho menos los momentos que comparto con Annie, mi teléfono comenzó a sonar.

-¡Dioses! ¡¿Qué no puedo estar tranquilo 5 minutos?!- Pregunté exasperado, Annie soltó una carcajada. Me levanté de mala gana a contestar.

-Diga.- Saludé, no de buena forma pero en mi defensa, sea quien sea interrumpió mi visita al paraíso.

-Buenos días para ti también, querido primo.- Es Jason. ¡Oh, dioses, Piper! Me olvidé completamente de ella, soy un pésimo amigo.

-¿Qué pasa Jason?-

-Dos cosas, primero, ¿cómo está Annie? Y segundo,dijiste que tú me dirías que le pasó a Piper.-

-Primero, está bien, yo creo que no lo recuerda.- Dije lo último en un susurro. -Y segundo, no es algo que a pueda decir por teléfono, ven y aquí les explico.-

-¿Les?-

-Larga historia.-

-En 10 minutos estoy allá.-  Y colgó.

-¿De dónde sacaste esto?- Preguntó Annabeth a mis espaldas, me di la vuelta y se me cayó el alma a los pies.

Ella tenía en sus manos las revistas que me dio Piper.

-Me los dio Piper.-

-¿Y se los creyeron?- Preguntó con un tono de enfado en su voz. -¿Por eso ella ha estado tan extraña?-

-Si.- Dije con un hilo de voz.

-¿Si a qué?-

-La segunda.-

-Así que supongo que la primera igual.-

-Sólo ella.- Tenía miedo de que se enojara con nosotros.

-Iré a hablar con ella ahora.- Dijo y salió corriendo de mi habitación. Obviamente la seguí muy de cerca, no la iba a dejar ir así de enojada, las cosas podrían salir peor.

-Annabeth, no lo hagas, no es lo mejor.-

-¿De verdad lo crees? Tú no eres a quien esto lo atormenta toda la vida.- Dijo levantando las revista.

-¿A qué te refieres?- Pregunté.

-Desde que éramos niños que todo el mundo quiere que Jason y yo seamos pareja, con el tiempo nuestros padres entendieron que no lo seríamos jamás. Pero mi madre nunca lo aceptó. Creyó que si ejercía presión, tarde o temprano cederiamos bajo la presión. Le pagó a los reporteros para que inventaran estos artículos. Papá y el señor Grace los demandaron a todos. Hay muchos más que aparecen disculpandose por inventar todo eso. Creía que se habían olvidado de todo eso.-

-Al parecer no.- Dije despacio.

-¿Sabes de donde salieron las revistas?-

-Piper dijo que se las dieron unas chicas luego de la escuela. Pero listilla, no vayas aún, Jason viene en camino, entre los tres le haremos entrar en razón, estoy seguro.- Sin abrazandola y escondiendo su cabeza en mi pecho.

-Tienes razón, lo único que podría lograr sería que se enojara aún más con nosotros. Pero te juro que le haré pagar a quien lo haya hecho.-

-Yo te ayudaré.- Dije con una sonrisa recordando lo que mi Annie pues hacer. -Ahora vamos a comer antes de que agonice de hambre.- Ella soltó una carcajada.

-Toma.- Dijo entregandone las revistas. -Después de mostrarselas a Jason, destruyelas, no las quiero volver a ver.-

-Será un placer para mi cumplir las órdenes de mi princesa.- Otra carcajada de su parte, pero con la casa sonrojada.

Luego fuimos a desayunar, yo comi como si no hubiese un mañana, Annie se burlaba de mi, y eso ME daba impulsos para seguir comiendo, pero sólo comida azul, papá se encarga de que la cocinera me la prepare siempre que coma acá, aunque sea un pequeño detalle debe ser azul.

Tal como dijo mi primo rubio, llegó 10 minutos después, y le conté todo lo que sabía de las revistas y de Piper. Sólo puedo decir que se unió a nuestro plan de venganza.

Los tres nos dirigimos a casa de Piper, mi informante, o sea Calipso, me dijo que ella aún estaba muy mal y que no quería ver a Jason ni en pintura.

De seguro se estarán preguntando por qué Calipso es mi informante. Es algo muy simple la verdad. Nosotros éramos amigos de niños, los mejores e inseparables. Pero con la adolescencia me convertí en un idiota y sin querer la utilicé para conquistar a una chica cuyo nombre no recuerdo. El punto es que ella se molestó tanto que no me volvió a hablar durante muchos años. Cuando entramos a la secundaria y nos volvimos a encontrar, traté de disculparme, pero ella no quiso escucharme, así seguía sin mi amiga de vuelta.

Todo cambió gracias a Annie, porque cuando empecé a salir con ella y Calipso vio que si era en serio, aceptó hablarme sin decirme nada grosero, aún no me perdona, pero ya no me quiere matar.

Iba pensando en todo eso de camino a la casa de Piper, mientras los dos dos rubios discutían a causa de las revistas del demonio como les pusieron, no hice mucho caso de lo que decían, ya sabía que había pasado así que no me preocupé en lo más mínimo... bueno si, pero por como Piper pudiera tomarse la noticia. Seguía en plan de ser buen amigo suyo, así como Jason se lleva bien con mi novia. No recuerdo por qué me lo propuse pero la idea sigue sin molestarme, que mejor que estar más unido de mi "familia". Entre comillas porque no son oficialmente mi familia, pero no por eso siento que no lo son.

En fin, me alargue mucho, pero ya llegamos a casa de Piper, cuando nos bajamos pude ver el nerviosismo que tenían mis acompañantes, lo que me puso nervioso a mi.

Llamamos a la puerta y esperamos lo peor.

¿Qué pasará ahora? (Fanfic Percabeth)Where stories live. Discover now