drei.

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El rubio se miró al espejo una vez más. Se había rasurado por completo su barba y puesto su piercing en el labio. Colocó un poco de su cabello en su frente, dejándolo caer por ésta.

—Ese híbrido te está volviendo loco, ¿no es así? —Ashton rió, notando como Luke insistía en ver su reflejo cada vez que podía.

—No lo conoces —pausó—. Es tan… No sé, tiene algo que hace que inmediatamente lo quieras. Y no le llames “híbrido”, tiene nombre, es Michael.

—Relájate, Luke —respondió el rizado—. No lo intentes presionar, quizá vas demasiado rápido con todo esto. Es el tercer día que sabes de su existencia y ya estás empezando a cambiar por él.

Luke alzó sus cejas y observó a Ashton sentado a través del espejo mientras pasaba la mano por su cabello por sexta vez en los últimos 15 minutos.

—¿Que no lo presione? Pero si tú te mudaste con Calum a las dos semanas de conocerlo, Ashton.

—¡Lo nuestro es diferente! —exclamó—. Desde que lo conocí, supe que él sería mi por siempre.

—Pues puede que Michael sea mi por siempre —Luke se tensó ante lo que acababa de decir. ¿De verdad todo había cambiado tan rápido en unos días?

Recuerda cuando tuvo su primer relación con un híbrido, Luke se sentía bastante enamorado y daba todo por su novio. Su error fue siempre apresurarse a las cosas. Cuando cumplió un mes de relación con él, el ojiazul empezó a insinuar la idea de tener hijos. Ahí fue donde terminó todo.

Aunque, siendo sincero, Luke estaba asustado de cometer el mismo error de hace años atrás. ¿Qué tal si decía algo inapropiado y Michael terminaba odiándolo?

Intentó evitar esos negativos pensamientos de su mente y se subió a su automóvil, conduciendo y con el refugio siendo su destino. Realmente ansiaba la reacción de Michael a su nuevo look.

Preguntó por la habitación del teñido, y seguido de esto se encaminó a ésta. Luke se sorprendió al ver lo cercanos que estaban los cuartos de los híbridos.

Arregló su cabello una vez más, inhalando un poco de oxígeno antes de golpear la puerta de la habitación con sus nudillos. Unos segundos después, Michael abrió sus ojos una vez que vio a Luke sin su barba y con aquel piercing en su labio.

—¿Puedo pasar? —preguntó el rubio, rascándose detrás de su nuca.

—Claro.

Observó la recámara de Michael. Definitivamente era un espacio pequeño. La mitad de ésta era ocupada por la cama, y al lado se ubicaban unas repisas de las cuales se sostenían libros. Había también una mesa de noche, con un par de libros encima.

—Veo que te gusta mucho leer —afirmó el ojiazul.

—Demasiado —notó que el tono de voz de Michael cambió a uno de felicidad.

—¿Qué lees ahora? —cuestionó.

Si el hablar de libros era algo que hacía feliz al híbrido, hablaría de ellos todo el tiempo que fuera necesario.

El viejo y el mar de Ernest Hemingway—replicó el teñido casi inmediatamente, aún sin ocultar la emoción de hablar de algo que amaba y apasionaba.

Luke sonrió. Y Michael involuntariamente, también.

Luego de un rato, ambos se encontraban echados en la cama del teñido, con Michael continuando su lectura y el rubio al lado suyo, expectante ante cada movimiento que el híbrido hacía.

Luke se acurrucó contra el cuerpo del menor, depositando su cabeza en su pecho. Podía oír a la perfección los latidos de su corazón, para él era un privilegio escucharlos.

Sin darse cuenta, el rubio fue cerrando sus ojos poco a poco, con su respiración volviéndose cada vez más pesada, durmiéndose. Hubo un momento en el que Michael no podía seguir con su lectura ya que Luke estaba encima de él, a tal grado que no le permitía ver el libro. El teñido, con miedo de despertar a Luke, pasó su brazo por encima del cuerpo de éste y dejó el libro a un lado.

¿Qué estaba haciendo?, se preguntó a sí mismo. No se suponía que él comenzaría a encariñarse con el rubio. Esto no formaba parte de su plan.

Al inicio, sólo le gustaba la idea de lograr que Luke se enamorara de él y romperle el corazón. Así había sido siempre, ¿qué había cambiado en él?

Todos los chicos que intentaron conquistarlo en el pasado ni siquiera habían llegado a pisar su habitación. Pero ahí estaba en ese momento, abrazando a Luke mientras dormía en su cama. Los demás no se interesaron nunca por sus gustos y aficiones, Luke era precavido cuando hablaba con él con miedo a interrumpir su momento de lectura. Otros eran vulgares y sólo les interesaba el físico de Michael, pero Luke en ese momento estaba apoyando su mano en la pequeña barriga del teñido.

El híbrido se giró a ver el rostro de Luke y removió algunos mechones de cabello de su frente, a lo que el ojiazul respondió sonriendo aún dormido.

Definitivamente empezaba a sentir algo por el rubio en sus brazos.

me tardé unos 5 días en actualizar, creo, im proud

el siguiente cap es de relleno pero a la vez es importante ¿¿¿??? no sé

¿alguien que quiera dedicación?

btw, ¿les gusta la portada?  la hice con amor <3

tengo tarea de física lol adiós

—alina.

Palabras: 872.

Breaking schemes. [muke]Where stories live. Discover now