∆|| T R E I N T A Y O C H O ×VERSIÓN ZAC×

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Zac

Después de que Samanta saliera del salón, me despegue de Emilia.
Me daba asco, la aborrecía...
¿pero qué podía hacer?

-por favor, te lo vuelvo a repetir.
No me beses.

Sonrió.

-¿a caso no querías hacer que te odiara?.

Tenía razón, necesitaba que Samanata me odiara desde lo más profundo de su corazón.

-pero aún así... No quiero que me vuelvas a besar.

Ella pareció molestarse.
Soltó un suspiro antes de hablar.

-eres demasiado débil. -me sonrió -ven... Vamos a buscar a esa inútil.

Fruncí el seño algo enojado,pero no pude decir nada,porque había mucha gente mirándonos.

(...)

Habíamos caminado un par de minutos buscándola, pero no aparecía por ningún lado.
Mientras tanto yo estaba deseando con todas mis fuerzas no encontrarla, pues no quería lastimarla más.
No quería verla llorar una vez más por mi culpa.

Sin siquiera darme cuenta, Emilia y yo subíamos las escaleras que nos llevaban hacía la azotea.

Y ahí, en un rincón llorando, estaba ella.
Mi corazón se estrujó, y una pregunta se metió en mi cabeza.

¿Por qué lloraba por mi?... ¿por qué aún después de haberle gritado tantas cosas desagradables, ella aún seguía ahí para mi?

-¿A caso sólo querías burlarte de mí? - sus lágrima escurrieron, y al momento supe que tenia que hacer algo para que ella me odiara.

-La vedad es que sí... Quería que todo el instituto se enterara de lo tonta que eres- Sonreí,a pesar de que por dentro me estaba muriendo, yo no quería decir esas cosas, yo quería estar junto a ella.

Emilia reía de ella, mientras se aferraba de mi brazo.

-¿por qué? -Me Preguntó mirándome directamente a los ojos - Jamás he sido una mala persona con ustedes, jamas he algo que les lastime.

Sus lágrimas caían una a una sin control,
No podía verla así, no quería ... No podía aceptarlo.

Vi cómo se levantó del frío suelo, y corrió...
Y en un abrir y cerrar de ojos, Emilia fue detrás de ella.

-¿te vas sin despedirte?- escuche que grito- Que maleducada- hizo un corto silencio y después continuó- ¡VETE AL INFIERNO MALDITA GORDA!

Pude escuchar él fuerte golpe, que hizo su cuerpo al caer por la escaleras.
Había entrado en pánico, pero aún así no me podía de tener a ver cómo la mujer que amaba, moría frente a mis ojos.

-¿QUÉ DEMONIOS ES LO QUE ACABAS DE HACER?- comencé a bajar las escalera de dos en dos, hasta encontarme con la inconsciente Samanta que estaba en él suelo.

La tome entre mis brazos y camine a toda prisa con ella.

No podía dejarla así, no quería que esto terminara así.

-Si ella no se recupera... ¡NO TE LO PERDONARÉ!

Camine con ella por toda la escuela, y estoy seguro de que varios alumnos llegaron a verme, pero la verdad era que no me importaba nada, nada que no fuera Samanta.

-Aguanta Sam... Vas a estar bien.

La coloque en los asientos de la parte de atrás de mi auto y salí del instituciones de la preparatoria a toda velocidad.

(. . .)

Estaba preocupado, demasiado... Me aterraba la idea de perderla.
No quería pensar en lo que sería capaz de hacerle a Emilia si mi Samanta no se recuperaba.

Sin querer, las lágrimas comenzaron a salir de montones de mis ojos.
No podía evitarlo.

-Te amo Sam... No lo olvides...

-¿Qué estas asiendo tú aquí?- pude ver que estaba furiosa, y no la culpo... Igual yo, si estuviera en su lugar... Me mataría ahora mismo.

-yo- Las palabras no salían de mi boca -No ledigas a ella que estuve aquí- le Sonreí, o al menos eso fue lo que intente.

-¿Qué? ¿por qué?- esta chica... Hacía muchas preguntas que no tenía ganas de responder.

-Sólo-pause un momento, intentando buscar una buena excusa para no responder a su pregunta - no se lo digas, es mejor así para todos- le Sonreí- nos vemos... Cuidala mucho, por favor. - le supliqué.

Estaba apuntó de irme, hasta que ella hablo una vez más deteniendome.


-Espera...- fue lo único que escuhes... Pero aun así no me detuve, no quería hablar con nadie... No quería ver a nadie.

Por este día yo sólo quería dejar de ser fuerte, y mostrame cómo era en realidad.

Un chico débil y llorón, que no podía ni consigo mismo.

Salí del hospital sin mirar atrás, una gran parte de mi se sentía mal, por mentirle a todo el mundo.
Por querer que todos me odiaran.
Por no ser lo suficientemente fuerte cómo para afrontar las cosas y hablar con los demás cómo es debido.

Pero ya nada más se podía hacer... En unos días más, todas las preocupaciones para mi se habrán de terminar.
En unos días más, dejare atrás todo lo que algún día amé, y esperé de mi futuro.

la gorda perfecta ||Editando||Where stories live. Discover now