Desafío de Orgullo y Sacrificio: La Determinación de los Hermanos

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Capítulo 6

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Capítulo 6

Desde la seguridad de mi sala, recordaba cómo me estremecía viendo esas batallas en la pantalla, pero nada se comparaba con vivirlo en carne propia. Ver a Cell allí, con aquella presencia abrumadora, era diferente a simplemente imaginarlo. En frente de la televisión, el miedo era una emoción distante, un escalofrío pasajero. Pero estando allí, ese miedo era tangible, palpitante, mezclado con la preocupación genuina por mis hermanos. 17, quien parecía invencible en mis recuerdos, ahora luchaba desesperadamente contra Piccolo, y era evidente que su orgullo sería su perdición.

A Piccolo, a quien siempre admiré por su seriedad y determinación, era más fuerte de lo que jamás imaginé. Su poder superaba con creces al de 17, y verlo no solo desde mi cama, sino sintiendo las ondas de choque de cada golpe, era abrumador. Cada ráfaga de energía y explosión resonaba en mi pecho, y me di cuenta de lo vulnerable que realmente éramos, a pesar de nuestra apariencia indestructible.

Cell, por otro lado, era la personificación del terror. Su mirada, sus movimientos, todo en él irradiaba una amenaza constante. En mi cuarto, solía pensar que los héroes siempre encontrarían una forma de vencer, pero aquí, en esta realidad, esa certeza se desvanecía. Verlo observando la pelea con esa sonrisa sádica me hizo comprender la magnitud del peligro que enfrentábamos y el monstruo que él era.

Antes, 16, 17 y 18 eran personajes en una historia, pero ahora, eran mis hermanos. Había desarrollado un cariño genuino por ellos. 17, con su temeridad, y 18, con su actitud desafiante, me importaban de verdad. Verlos luchar y sufrir me afectaba profundamente. Y aunque distinto en su creación, 16, era el más humano de todos nosotros, y su preocupación por la naturaleza y la vida contrastaba con la destrucción que nos rodeaba.

La batalla en la pantalla nunca podría capturar la complejidad de las emociones y la urgencia de la realidad. Y en medio de todo, solo tenía un pensamiento claro: proteger a mis hermanos de la amenaza inminente de Cell, sin importar el costo.

Cell se mantenía imponente sobre un monte alto. Sentía que algo estaba mal, pero no lograba precisar qué era. Me preguntaba si esa criatura podría vencer a Piccolo, quien había aumentado su poder más allá de lo que se mostraba en la trama original,

—¿Quién demonios es ese sujeto tan extraño? —preguntó 17.

Me contuve de responder y gritarle que nos retiráramos. La verdad era que estaba en una encrucijada, sin saber qué hacer. 18 me miró, y asentí. Eso había sido respuesta suficiente para ella sobre la última conversación que habíamos tenido en aquel comedor en la casa de Goku. 

Cell bajó de aquel monte y, tras detallarnos con escrutinio, comenzó a liberar su poder. Temía que este lo hubiera aumentado considerablemente. Pero no se comparaba en nada a lo que sentí la primera vez. No era el mismo que luchó contra Piccolo hace unos días. Y, aunque sabía que su poder aumentaría, no comprendí que tanto sería; pues allí, incluso había superado a Piccolo.

Androide 23: La Piedra Benitoita (Fanfic Dragón Ball Z)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora