Una tarde mientras caminaba hacia la estación después de un largo día de clases algo en el suelo llamó su atención,se acercó y pudo observar que se trataba de una carta con una presentación simple y muy bonita para su gusto, se inclinó a recogerla y miro a los lados buscando a alguien, algún buzón, algo que le explicará que hacía una carta en buen estado tirada en el piso.
-¿porque te detienes? Llegaremos más tarde de lo que ya vamos...
Hablo con notorio peso en sus palabras el pequeño gato negro que asomaba su cabeza por la abertura de la mochila que cargaba el castaño.
-Por nada.
Al no ver ninguna señal alrededor que le dijera que hacia la carta ahí optó por doblarla y guardarla en su bolsillo; continuo caminando conversando con el gato que no paraba de bostezar.
Cuando llegaron a la estación donde esperarían por el tren que los llevaría a la cercanía de su hogar el sol ya se había escondido y la noche comenzaba a llegar, se sentó en una de las muchas bancas que habia, dejo su mochila a un lado y miro al cielo observando a las estrellas que se ocultaban detrás de un montón de nubes que se movían al placer del viento, no pensaba en nada en particular, sus pensamientos estaban tranquilos, observo a su alrededor al darse cuenta del silencio que inundaba el lugar, extrañamente la estación estaba casi vacía, solo el, el perezoso servamp a su lado y un par de personas más que caminaban por ahí, trato de recordar cuando había sido la última vez que había estado ahi,atrapado y siendo aplastado por una multitud que deseaba abordar el tren pero fue inútil, mientas más lo pensaba más sus pensamientos se enredaban así que dejo de hacerlo; el tren llego después de esperar por una larga hora, se detuvo abriendo sus puertas dejando libre el camino a las personas que saldrian y a las que abordarían este,el castaño se colgó su mochila y se dirigió a una de las puertas cuando cierto zorro se poso sobre uno de sus hombros y susurro suavemente a su oído.
-Pronto el tren carmesí avanzará hacia el túnel negro, ¿deberías continuar?
El castaño impulsivamente dirigio la mirada a su izquierda con la intención de hacer contacto visual con el responsable de esas palabras pero solo miro al perezoso parado a su lado.
-Mahiru,¿A donde vas? No vayas por ahí, regresemos...
Dijo con tranquilidad, el escucharlo lo calmó un poco.
-¿De que hablas Kuro? Es el único camino, subamos.
El castaño dio un par de pasos más hacia una de las puertas del tren cuando la mano de su servamp lo jalo del brazo hacia atrás.
-Mejor caminemos...
El castaño quedó atónito ante esas palabras, lo pensó un poco y soltó una risa.
-Estas bromeando ¿verdad Kuro?
-No, hablo encerio, vámonos.
Le dió la espalda y comenzó a caminar hacia la salida de la estación que lo comenzaba a molestar de cierta manera.
-Habla encerio...¡espérame Kuro!
El castaño decidió seguirlo, no desaprovecharía la oportunidad de caminar al lado del servamp que siempre se negaba a hacerlo.
Una hora larga de camino después ambos llegaron a la casa del castaño, pero no como se suponía que lo harían ,Shirota cargaba en brazos al perezoso gato que se había rendido después de 5 minutos de caminata, abrió la puerta, entro y lo dejo recostado en el sofá.
-¿no me dejaras dormir en tu habitación? Que cruel...
-Tu puedes moverte solo hasta ella.
El castaño no menciono nada más, se dirigió a su habitación observo por algunos minutos, quizás horas el sobre que sostenía en sus manos , al final decidió abrirlo.
Saco una hoja color jade, desdobló una, dos, tres veces y comenzó a leer.
"****** *******:
Me gusta* ***** no *** tu nombre, ni *** tu historia, y *** vez ********** por tu ******.
No se como me ******** contigo, pero me molesta verte al **** de ese ****.
Tal vez no te deje *****..."
Se detuvo por un momento, la carta parecía extraña, estaba dañada y muchas palabras y letras no se podrían leer, pero aún así continuo leyendo.
"Cerca de la estación hay un viejo buzón que ya nadie usa, pero yo paso por ahí siempre.
Si te interesa responderme ten por seguro que obtendrás una respuesta diaria.
Att: ******** ******"
