Hola, me llamo Sam y tengo 16 años de edad. Vivo con la maldita de mi familia. A veces creo que no tengo razón para vivir: estoy solo en el mundo, no voy a la escuela pero me educo leyendo libros y mirando por ventanas de distintos colegios. Tampoco tengo amigos.
Vivimos en una casa... o lo que queda de ésta. Mi padre es obrero pero siempre viene borracho del trabajo. Cuando él llega, agarra a mi madre, la tira a la cama y él... él... bueno, ustedes deben de imaginarse el resto.
Hoy, catorce de noviembre, fue de los días más traumantes de toda mi vida. Mi padre, como siempre, llegó a casa y agarró a mi madre, pero ella se dio vuelta y le disparó. Yo había mirado a través del cerrojo de la puerta y no había nada más que las paredes manchadas con la sangre de mi padre.
Después del incidente, mamá tenía que drogarse para vender su cuerpo y así poder alimentarnos y sobrevivir. Ella no lo decía pero me quería mucho sin importar lo que pasase, cada vez que un hombre tocaba la puerta de la casa era muy probable que viniera a tener sexo con mamá, yo me escondía rápidamente en mi habitación y lloraba por los gritos de ella. Mamá me había dicho que, cada vez que pasara eso, recordara todos los abrazos y besos que ella me daba antes de dormir. Cuando terminaba todo, ella venía a mi habitación y me saludaba para dormir. Era el único momento en el que me podía sentir con vida.
Hoy, once de diciembre, mi madre desapareció sin más y yo quedé solo en mi casa con 1000 pesos. Siento el timbre...
-¡Váyanse todos a la mierda! Jesús, ¡¿no es suficiente ya?! ¡Si quieres ya puedes matarme! ¿Por qué me das esta vida? –Dije, llorando.
En ese momento, dos policías llegaron y dijeron que mi madre estaba tirada en la calle y muerta por sobredosis.
-Chico, tendremos que llevarte a un lugar para que puedas estar bien y seguro.
-¡¿Estar...bien?! Dígame que lo que acaba de decir es solo una simple broma, para que no le reviente la cabeza a golpes. ¿Todo lo que he sufrido en mi vida y me dicen que "voy a estar bien"? –Repliqué, enojado y llorando.
-Solo confía. Es un orfanato para que te ayude con tu salud mental y física.
Cuando dijo eso le arrojé un jarrón y salí huyendo por la ventana. Era invierno, estaba todo nevado. Escapé lejos de ese lugar hacia una casa que se encontraba en una zona linda y pensé en mirar por la ventana. Veía a un chico y una chica que estaban cenando con su familia todos juntos y pensé que daría lo que fuese por tener una vida normal, llena de seres que me quieran y poder por primera vez en mi vida sentir felicidad.
Mientras el frío me consumía, empecé a cerrar los ojos. Por fin era mi hora de morir. Ahora sí vería a mamá dándome un beso de buenas noches en la frente y de pronto...
-¡Jessica que haces no salgas afuera hace mucho frío! Entra deprisa o te resfriarás.
-Obedece a tu madre.
-¡Pero, papá! Hay un chico tirado en nuestra entrada. Parece que dejó de respirar.
-¡Michel ayuda a tu padre y tráiganlo a la casa rápido antes que se congele!
-Está dejando de respirar, lo llevaremos al hospital. Todos al auto, ¡ya!
"Tal vez este era mi fin..."
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EN BUSCA DE MI OTRA VIDA
RomanceAlgunas veces pensamos que la vida nos dice "No" pero sólo nos dice.. "ESPERA"