Era como el enigma pero silencioso fuera de la publicidad y egoísmo que escurría y asechaba tras los bordes bajos de una cuidad que necesitaba de necesidades humanas más sentimientos y amor que tarde o temprano contemplaría en redes naufragantes de calles vacías sin nada que contar. Sabía que estaba aquí por una razón, pero yo misma no podría dar razón de porque lo estaba entonces en vez de contemplar cielos y atardeceres, olas y océanos, cuevas al lado de volcanes veía una pared que a travez de mis ojos se veía fascinante no podría comparar una cosa con la otra, pero mis pensamientos me llevaban lejos; en combinación con todo lo mencionado quería ir tras el peñasco del que partí. Creo, que hasta el día de hoy aún me siento perdida a pesar de tener lo que creía era lo mejor para mí, ahora que estoy en otro lugar siento lo mismo tal vez tenía razón a lo mejor no, pero quiero decir con esto que no era la habitación correcta o el colchón más cómodo, era simplemente yo que no importando el lugar donde estuviera no cambiaría mi genuincidad no podía salirme de mi piel aún así lo hiciera no sabría que piel ponerme en mi ser, ni como sería, me haría pequeña mi imperfección latiría entonces debía ser yo original y sin cambio alguno, debía de mirar las montañas y prados admirando de la única manera que lo pudiera hacer pero sería genial porque era mi manera mi fe mi vida mi ser que se abrazaría con el mundo, me iría contra muros de saber que no puedo dormir si no aceptará lo que tengo pero lo tengo y debo amar, querer para querer, no ser querido era lo mismo que dar y recibir pero quería entregarlo todo sin devolución pero tampoco cambio radical en teoría. Que habría de hacer? Si todo lo que tengo es poco no era ni la mínima parte de un solo todo. Me pregunté cuantas veces habría de contar la monótona experiencia de revivir el rechazo de la gente y mi mismo reproche, salí en busca de la tienda más cercana a buscar lo que fuese, quiero calmar mi alma salir desapercibido gritando en nombre de la libertad, mi propia libertad agobiada del quehacer diario y los remordimientos de conciencia. Todo lo que buscaba estaba en mi misma sin esperar nada más ni a nadie iba dar arranque a las tierras más extravagantes y caminos realmente desconocidos esperando ser vistos y disfrutados disfrutándose por sí solos en mitad de lunas llenas con lobos aulladores Cartagena en hulas y destellos mares y mares de golondrinas danzantes cuando comenzó a decir eso se vio patético e ilógico de humeantes ideas esperanzadas con gozo.
Olvide por que estaba aquí desde un principio fue hermoso luego bizarro a la vez que aterrorizante pero me fascinó, recorrí por mi subconsciente...
