Footloose• [L.S]

c a p í t u l o 1

Cinco años después.

El sol de primavera resplandecía contra los vidrios de los autos estacionados, el asfalto de la carretera expulsaba un aura de calor intenso.

A lo lejos a través de los espejismos causados por el vapor del cemento de la carretera salió un autobús, este mismo se tambaleaba de lado a lado cruzando la ruta que llevaba a Bomont.

El cartel del mismo pueblo de hizo ver a través del pastizal;

BIENVENIDOS A BOMONT.
🍑 Población: 1941 🍑

El autobús de turismo se adentro en el pueblo, sucesivamente se podía observar un inició de lo que era Bomont; las personas recorrían las veredas junto a sus hijos, las tiendas al abrir sus puertas sonaba su característico sonido de su campanilla, el automóvil dobló a la derecha para luego detenerse completamente en la parada de autobuses. Los frenos del mismo chillaron al detener su maquinaria.

Un joven bajó del bus, este llevaba un sombrero negro junto a lentes de sol negros, una mochila de gran tamaño se encontraba alojada en su espalda, se estiró y vió de reojo como el autobús marchaba dejándolo. Sonrió de lado y agarró otro bolso con su mano derecha, sus brazos con tatuajes se flexionaron dejando ver músculos prominentes de estos. Comenzó a caminar al mismo tiempo que atraía miradas de la gente que pasaba por allí mismo.

Tenía que caminar 3 km para llegar a la casa de su tío Bernon, el calor chocaba contra su piel logrando que se acumule gotas de sudor, emprendió su caminata a través de un campo de cultivo, sonrió de lado al ver los animales de granja que residían allí, una vaca le devolvió la mirada mientras comía una porción de césped con su boca abierta.

Luego de recorrer bastante tiempo y no encontrar ningún hogar con las indicaciones y con el miedo de haberse perdido, bajo sus pertenencias para buscar su iPod, donde tal vez la música lo distrajera. Pero el grito de dos niñas le hizo girar su cabeza a ambos lados para buscar el proveniente de aquellas voces. Antes de que pudiera respirar sintió un golpe a su izquierda y otro a su derecha abrazandolo. Bajó su mirada hacia sus costados para encontrarse a sus primas rubias disfrazadas de princesas.

-¡Harry! -ambas gritándole en risas.

-¡Oh, no! Ataque de primas, ayuda. -Harry se arrodilló en forma dramática como si estuviese herido, las dos niñas ríen.

-Volviste, sabía que volverías. -dijo una de las hermanas más pequeñas.

-Claro que volvería. -Sonríe y acaricia los dos rostros de las niñas. -¿Están sus padres?