Léelo

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¿Por qué todo el mundo la odia?
No hablo del hambre en el mundo, ni del calentamiento global, ni siquera de ese ruido tan extremadamente desagradable que hacen los cubiertos al rasgar un plato.
No. Ni pensarlo.
Hablo de la lluvia.
Ese curioso fenómeno meteorológico, que sucede de tanto en cuanto en países de climas cálidos como el mío, que elide el sujeto en las oraciones y que es sólo un límite visible, de nuestro verdadero límite permanente: el cielo.
¿Por qué molesta tanto?
¿Por qué alguien que le gusta la lluvia es un bicho raro?
¿Por qué la gente a la que le gusta la lluvia ya se la prejudga como a alguien aburrido, triste, depresivo?
¿Y... quién dice que como me gusta un día de lluvia frío, no me puede gustar un radiante cálido día en la playa?
En serio.
Ya basta.
Salvemos a la lluvia.
#prayforlluvia
#savetherain
#loqueseaquesehayainventadoestavezlasociedad
Ay... la sociedad, ¿eh? ¿Con qué nos sorprenderá mañana?
A lo mejor, de repente, nos gusta la lluvia. Así porqué sí. O a lo mejor se pone de moda estar obeso. Quién sabe. A lo mejor alguien es capaz de ver que no todo lo de la lluvia es algo malo. Que la lluvia no es para gente pesimista. Quizás sea al contrario. A lo mejor los días de lluvia están repletos de positivos amantes de ésta, que saben ver su lado bueno.
Y pues, la lluvia fue la que nos dió la vida. Sin su agua que inundó nuestro planeta durante miles de años, cuando solo era un trozo de roca perdido en el espacio, ahora solo seríamos... pues eso, un insignifixante trozo de pierda perdido en el espacio.
Los días de lluvia, a mí, me obligan a quedarme en casa. Y no de bajón, al contrario. La lluvia desprende una energía en mí, una especie de impulso, que me inspira muchísimo. Los días de lluvia son días creativos, días productivos. Podría pasarme semanas creando, innovando, sin descansar, sin salir, gracias a la lluvia. En canvio los días soleados... Digamos que yo y mi cama nos convertimos en mejores amigas de repente.
Los días de lluvia no han de ser solitarios. Al contrario. ¿Quién le diría que no a una tarde de lluvia con peli? Yo ni me lo pienso.
Además, en los días de lluvia, si estás en compañía, sonríe, pues estarás con la mejor que tengas, con la única capaz de salir bajo la lluvia para ir a buscarte, en vez de quedarse en casa. Para estar contigo.
Los días de lluvia son fantásticos, pero aún más el olor de después de estos.
En serio, huele mejor que cualquier alimento, que cualquier perfume (sin contar el perfume de esa persona, claro...).
Ese olor a humedad, a pureza, a limpio.
Como una limpieza de la naturaleza.
Un borrón y cuenta nueva.
Un nuevo mañana, un nuevo empezar.
Ahora dime, ¿tanto te fastidiará si este domingo llueve?

🌧

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⏰ Última atualização: Feb 03, 2017 ⏰

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